El nunca lo haría , reza una campaña contra el abandono de perros. Y tú seguramente tampoco lo harías si fueras consciente de los beneficios para la salud mental de la convivencia con un perro u otro animal de compañía: contribuye al buen humor y la empatía (lo que reduce el estréss y alivia la ansiedad) y anima a realizar ejercicios, actividad que ayuda a liberar sustancias químicas cerebrales que predisponen al optimismo. Además, hablar o acariciar a un perro reduce el estréss y la tensión arterial.