OJO DE AGUA, Salcedo. Aquí, donde tres mariposas reposan desde hace más de medio siglo, es lugar de oración, silencio y un luto generalizado, ceñido de gratitud y amor, para la otra mariposa muerta, Doña Dedé Mirabal.

Sus moradores sienten que ha vuelto el dolor a Ojo de Agua, ahora mucho mayor, porque con la mariposa sobreviviente habían compartido momentos únicos y extraordinarios que jamás se borrarán. “No nos imaginamos como seremos de ahora en adelante, porque doña Dedé tenía su casa abierta de par en par, para todos desde bien temprano en la mañana”, dice su vecino Pedro Pablo González.

Aun así, la comunidad prepara una gran carpa en el Club Hermanas Mirabal para darle el último adiós a la mariposa sobreviviente con la alegría de recordarla siempre, tenerla entre ellos a cada instante, sentirla entre los árboles o como dijo Luis Rafael González, uno de los tantos ahijados, “simplemente sentir que no ha muerto, porque mujeres como ella no mueren, se quedan por siempre”.

El presidente del club, Ramón Antonio Pérez, indicó que hoy, a partir de las 8: 00 de la mañana, los estudiantes, del colegio Hermanas Mirabal y del liceo Danelia Sarmientos junto a miembros de la junta de vecinos, club de madres, y otros moradores, estarán en fila de honor esperando el féretro en la entrada de Ojo de Agua, desde donde partirán a pie hacia el club donde sus restos serán expuestos.