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El cuadro, pintado en 1904, tiene un precio estimado de entre 15 y 22.5 millones de euros
LONDRES, EFE.- Un lienzo de la famosa serie «Ninfeas» (nenúfares), de Claude Monet (1840-1926), es la joya de la subasta de arte impresionista y moderno que celebrará la sala Sotheby’s el 19 de junio en la capital británica.
El cuadro, de gran riqueza cromática, pintado en 1904, tiene un precio estimado de entre 15 y 22,5 millones de euros (20 a 30 millones de dólares), y, según la casa de subastas, es uno de los mejores de esa serie en salir al mercado internacional.
Los nenúfares o ninfeas figuran entre las obras más emblemáticas del gran impresionista francés, y los coleccionistas han pagado por los lienzos de esa serie cantidades muy elevadas.
Así, el cuadro titulado «Bassin aux nymphéas et sentier au bord de l’eau», de 1900, se vendió en también en Sotheby’s en 1998 por 19.8 millones de libras (33 millones de dólares), cifra que sigue siendo el precio récord pagado por una obra de ese artista.
El cuadro que sale a subasta el mes próximo se lo compró en los años veinte del siglo pasado a Michel Monet, el hijo del artista, un coleccionista francés y ha sido durante ochenta años propiedad de la misma familia. «Ninfeas» no había sido visto en público desde la exposición que organizó en 1936 en París Paul Rosenberg bajo el título de «Obras de Claude Monet de 1891 a 1912». Hacia el final de su vida, Monet reflexionó sobre esa famosa serie: «Me llevó algún tiempo comprender mis ninfeas. Las planté por puro placer, las cultivé sin pensar en pintarlas…Hasta que un día tuve una revelación – ¡qué hermoso era mi estanque!- y eché mano a la paleta. Desde entonces ha sido casi mi único tema».
El estanque al que se refería Monet era el del jardín de la casa de Giverny que alquiló durante varios años y finalmente pudo comprar en 1890. El jardín en cuestión iba a ofrecerle toda suerte de motivos de inspiración durante el resto de su vida, pero el tema recurrente fueron los nenúfares, a los que volvió una y otra vez durante las décadas siguientes, concentrándose sobre todo en los efectos de la luz sobre el agua y las flores. Las «Ninfeas», de 1904, es uno de los primeros ejemplos de la serie en los que Monet.
