SAN JUAN.  AP. Puerto Rico podría enfrentar su peor brote de fiebre del dengue en la historia si no se toman “medidas urgentes” para destruir las zonas de reproducción del mosquito que lo transmite, advirtió ayer el secretario de Salud de la isla.

Lorenzo González hizo su llamado luego que una mujer de 37 años, residente del poblado norteño de Hatillo, muriera de la forma hemorrágica del virus tropical y se convirtiera en la tercera víctima local en el año. 

“Si no actuamos ahora, veremos una catástrofe en los meses de agosto y septiembre que podría alcanzar cifras récord”, dijo González, quien exhortó a las personas a dormir bajo mosquiteros y a usar repelente.

El gobierno ha enviado camiones a barrios y escuelas para rociar insecticida, pero González dijo que muchos puertorriqueños han “bajado la guardia” contra el virus.

Instó a los habitantes a reportar a sus vecinos con las autoridades si dejan agua estancada en sus propiedades. 

El clima cálido y húmedo crea condiciones favorables para la reproducción del mosquito.

Puerto Rico experimentó condiciones inusualmente húmedas en mayo y junio.  El peor brote de dengue en la isla ocurrió en 1998, cuando el virus enfermó a 17,000 personas y mató a 19.

González expresó su preocupación de que este año pueda ser peor que aquel.  No existe vacuna para el dengue. Por lo general causa fiebre, cefaleas y dolor extremo en articulaciones y músculos.

La mayoría de los enfermos se recupera en una semana.

En casos raros, las infecciones se desarrollan como la forma hemorrágica del virus.   

La cifra

236 casos de dengue. Hasta el 27 de mayo se habían reportado 236 casos de dengue, 22 de ellos de dengue hemorrágico, lo que significa 171 sobre el umbral. Tres personas han muerto por la enfermedad. Los esfuerzos para combatir el mosquito continúan mediante fumigación y capacitación a los médicos primarios.