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Por EDITH BALAZS
BUDAPEST (AP) _ Los precios del crudo subieron el viernes más de un dólar por barril, alentados por un incendio en un complejo de refinerías de Venezuela y la situación de Ecuador, donde las protestas frenaron la producción.
La tendencia alcista también se vio reforzada por las noticias de un ataque con cohetes en Aqaba, un puerto del Mar Rojo de Jordania, y en Israel.
Un grupo de atacantes lanzó el viernes al menos tres cohetes desde Jordania. Uno por poco llegó a un barco de la marina estadounidense que se encontraba en una dársena del puerto. Otro cohete cayó cerca de un aeropuerto de la vecina Israel, dijeron las autoridades. Un soldado jordano murió en el ataque de Aqaba.
Mientras tanto, los mercados permanecían cautelosos ante las ambiciones nucleares de Irán, con expectativas de que la situación pueda empeorar, dijo Sandra Ebner, analista del Deka Bank de Francfort, Alemania.
«Creo que habrá nuevas alzas y no me sorprendería si los precios del crudo se acercan a los 70 dólares por barril pronto», expresó Ebner.
El crudo liviano de bajo contenido sulfuroso para entrega en septiembre avanzó 1,03 dólares a 64,30 dólares el barril en la contratación electrónica de la Bolsa de Materias Primas de Nueva York.
El contrato cerró a 63,27 dólares el barril el jueves, poniendo fin a cuatro días consecutivos de bajas. Los contratos de septiembre vencen el lunes.
La gasolina subió más de tres centavos y medio a 1,8985 dólares el galón (3,78 litros), mientras el aceite de calefacción avanzó casi la misma cantidad a 1,8270 dólar.
En el Mercado Internacional de Petróleo de Londres, el crudo Brent del Mar del Norte ascendió 1,05 dólares a 63,45 dólares el barril.
Los mercados se inquietaron después que se inició un incendio el miércoles en la refinería Amuay de Venezuela, disminuyendo la producción diaria de unos 410.000 barriles a 150.000.
La refinería es parte del complejo Paraguana, uno de los más grandes del mundo.
En Ecuador, en tanto, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes en una población rica en petróleo de la región del Amazonas, después de cinco días de protestas que frenaron la producción de crudo y obligaron a la empresa estatal Petroecuador a decirle a sus clientes que no podía garantizar los envíos al exterior.
