Las muertes por las lluvias asociadas a la depresión tropical Eta en Panamá aumentaron a ocho, dijeron las autoridades, que cifraron este viernes en 68 las personas desaparecidas en la zona occidental del país, donde se concentra la emergencia.
El ministro de Seguridad, Juan Pino, dijo en una conferencia de prensa que los fallecidos son siete hombres y una mujer, sin precisar las edades, aunque reportes previos indicaron que al menos tres son menores.
Las lluvias continuaban este viernes en la provincia occidental de Chiriquí, zona de montaña y agrícola más afectada por el fenómeno, y han dejado 2.063 personas afectadas, 145 aisladas y 747 rescatadas o evacuadas, según el reporte oficial.
Las provincias de Chiriquí y Bocas del Toro, ambas fronterizas con Costa Rica, y la comarca indígena Ngäbe-Buglé son las más afectadas por las fuertes lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra asociadas a la depresión tropical Eta, que ya ha dejado incomunicadas a varias comunidades, especialmente aquellas de difícil acceso y con carencia de infraestructuras.
El Gobierno continúa realizando evacuaciones y trasladando insumos médicos y alimentos a las personas afectadas, mientras que ya ha comenzado a reabrir y reparar las vías obstruidas por los deslizamientos en las provincias más golpeadas.
«Hemos activado las seis bases que tiene el Servicio Nacional Aeronaval con logística suficiente para contener y soportar las operaciones aéreas y marítimas que se nos avecinan en la región occidental donde tenemos el panorama del desastre», declaró Pino.
A pesar de que Eta ya deja Centroamérica y se dirige hacia Cuba, Islas Caimán y Florida (EE.UU), el ministro panameño de Seguridad señaló que «todavía se esperan lluvias dispersas a lo largo y ancho de la república, con tendencia a mejorar».
Eta tocó tierra el pasado martes en Nicaragua como un poderoso huracán y llegó el miércoles a la vecina Honduras degradada a depresión tropical.
El fenómeno natural ha dejado desaparecidos, miles de afectados, casas, vías y cultivos arrasados en Centroamérica, una región muy vulnerable a los desastres naturales.