El presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) pidió a Dios que proteja e ilumine a los responsables de los cambios en el sistema judicial, a fin de que las cosas no cambien para mal.

Jorge Subero Isa se expresó en esos términos tras afirmar que está  seguro de que sin la seguridad jurídica que emana del Poder Judicial, el país no se hubiera desarrollado económicamente hasta los niveles en que se encuentra.

Dijo que precisamente la Jurisdicción  Inmobiliaria constituye la tercera fuente de ingresos para el Estado, precedida de la Dirección de Aduanas e Impuestos Internos, que ocupan los primeros renglones.

Sin embargo, dijo que esos recursos no se reflejan en esa dependencia del Poder Judicial, que trabaja en medio de precariedades.

Señaló que más allá de las modernizaciones que se hagan a la jurisdicción inmobiliaria, hay que tener un compromiso e identificarse con las instituciones.

  Sobre las precariedades,  Subero  se refirió al  Palacio de Justicia de la provincia Santo Domingo, donde  dijo que solo el milagro de Dios ha evitado la ocurrencia de una desgracia en ese lugar, dado el estado de hacinamiento en que opera.

Señaló que esa demarcación se ha convertido en un dolor de cabeza por las precariedades económicas, donde no sólo faltan jueces, sino que también se trabaja en un edificio “eufemísticamente llamado palacio de justicia”, por demás, hacinado.

El magistrado produjo sus declaraciones durante el acto de clausura del Programa de Consolidación de la Jurisdicción Inmobiliaria, auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), institución que gestionó un préstamo de 10 millones de dólares, destinados a ampliar la cobertura y modernización de ese órgano del Poder Judicial.