El juez presidente de la Suprema Corte de Justicia expresó ayer su queja por la puesta en retiro de dos altos oficiales de la Policía responsables de la  seguridad de la judicatura. El doctor Jorge Subero Isa se lamentó de que previo a la decisión no hubo comunicación alguna con él y porque el hecho coincide con recientes declaraciones críticas suyas sobre el narco y la corrupción.

El presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Jorge Subero Isa, se quejó ayer de la puesta en retiro de los encargados de seguridad del Poder Judicial, sin que ni siquiera se le consultara y  manifestó su preocupación porque la decisión se tomara luego de  que  formulara serias denuncias contra el narcotráfico y la corrupción.

Subero Isa expresó que el general Angel Rosario Terrero, ex jefe de seguridad de los jueces, y la coronela Sheila De Los Santos, ex subencargada, que previo a ser retirada fue ascendida a general, son personas de la entera confianza de los funcionarios judiciales y ambos llevaban varios años laborando en la SCJ.

Terrero llevaba frente a la seguridad del alto tribunal  11 años y también fue seguridad de Subero Isa cuando éste presidía la Junta Central Electoral.

  “Ni siquiera por cortesía se me comunicó previamente el retiro de ese personal”, precisó Subero Isa.

Declaró que lo único que se le comunicó ayer en la mañana por parte del jefe de la Policía fue de la puesta en retiro de la coronela De Los Santos, de quien le dijeron que el caso estaba en vías de solución.

Subero Isa informó que a principios de semana el Poder Ejecutivo también puso en retiro al coronel Modesto Disla Peguero, subencargado de su seguridad personal, caso que, según dijo, fue solucionado pocos días después.

Las críticas al narcotráfico y la corrupción a que hace referencia el presidente del más alto tribunal, las pronunció el pasado  18 de este mes cuando  advirtió que el país podría caer en un estado de terror, de continuar el crecimiento del tráfico y consumo drogas.

Dijo en esa ocasión que la humanidad entera se encuentra amenazada por el narcotráfico.

Y sugirió al gobierno disponer de mayores recursos para enfrentar ese mal.

En esa declaración descartó que el país pudiera caer en un narco-Estado, debido a que para ello debería haber  complicidad con el propio Estado.