Hoy 
POR UBI RIVAS
La palabra «subsidio» debe eliminarse definitivamente del léxico gubernamental, disponiendo que todos tengamos que pagar el consumo de GLP y electricidad. El GLP debe eliminarse en los vehículos de concho y eliminar éstos por flota de autobuses y taxis que sólo tengan cabida a carreras.
El servicio de transporte público debe endosarse al sector privado, Metro Tours, Terra Bus, Caribe Tours, Transporte Espinal y el presidente Leonel Fernández designar por decreto a don Isidro Santana presidente del Comité Gestor para el traspaso del sector público del transporte al privado.
La OMSA debe desmantelarse, dando paso así a que el transporte público sea privatizado para que culmine para siempre el despilfarro que a final de cada gobierno presenta el organismo rector del tránsito terrestre.
La Asociación de Industrias de RD y la Asociación de Comerciantes de Santiago, favorecen la eliminación del subsidio al glp, y la propuesta de este servidor es que el gobierno adquiera estufitas de dos hornillas de glp con un cilindro de 50 libras y los distribuya a precio de costo en los barrios marginados y en las zonas rurales, a base de alcohol de caña, y el presidente Fernández habrá resuelto un problema mayúsculo en un tiempo récord, para prez de su gobierno y redituación de su estatura de estadista.
Eso representaría un ahorro de RD$8,500 millones al año, a lo que hay que añadir RD$12 mil millones del subsidio indebido a la electricidad, y cortar de cuajo la hiernómina del PPH de 175 mil compañeritos de las bases que representan la bicoca de otros RD$8,500 millones, y sumado todo, nos presentan una sumota de 31 mil millones, excelentísimos para empezar y con esos recursos, amortizar empréstitos internacionales, pagar a los generadores eléctricos, implementar el programa Comer Primero del presidente Fernández.
No es verdad que se realiza una política de «rostro humano» con subsidiar el glp cuando éste es usado por 37 mil vehículos de concho, que suben los pasajes cuando suben la gasolina y el gasoil pero no el glp, que también es usado, subsidiado, por hoteles pluriestrellados que venden en dólares, y restaurantes que cobran $100 por un plato de pastas que originalmente cuesta $25, por las mansiones de todo el país, y por la «República de La Romana», incluyendo su deslumbrante Marina. Un crimen social.
En que donde todos los barrios hay miles de hogares con aire acondicionado, lavadoras, blowers, salones de belleza full equipo, más de un televisor, con subsidio de energía eléctrica. Otro crimen social.
El presidente Fernández tiene el respaldo del 57% de los que votamos por su candidatura para en la euforia del triunfo, que aún perdura intacta, proceder a cortar por lo sano todo lo infectado del cuerpo social y económico de la República, no permitir que se enfríen esos ánimos, porque entonces no habrá espacio para las iniciativas grandotas, como las que sugiero que se realicen ya, ahora.
Los 37 mil choferes de carros de concho reubicarlos en asentamientos completo del IAD, con casas confortables que ejecute el INVI, semillas y animales, todo a crédito deducible de la producción, y otra parte concederles créditos en PROMIPIME, para ejecución de pequeños negocios de hasta medio millón de pesos, como farmacias, sastrerías, colmados, talleres mecánicos, artesanías y otras variantes.
Los subsidios, reitero, deben eliminarse del escenario dominicano para siempre y adecuar la economía dominicana por senderos modernos, como le gusta al presidente Fernández, como los pasos de niveles que construyó en la capital y Santiago en su primera gestión, como el megaproyecto del metro; el sesgo dominicano de Silicón Valley», el túnel del malecón hasta Sans Soucí, todo lo cual él puede y el país se lo reconocerá por siempre.
