Berlín. (EFE).- Un gol agónico de Freddie Ljungberg a un minuto del final sepultó a Paraguay, que cayó ante Suecia por 1-0 tras un partido en que los suecos dominaron claramente en la primera parte mientras que los sudamericanos tuvieron una buena reacción en la complementaria que no fue premiada.
El libreto del partido pareció claro desde el comienzo con un continuo asedio sueco al área de Paraguay, que actuaba con su ya crónica timidez ofensiva, dedicado a defenderse y permitiendo con ello que el rival lo pusiese contra las cuerdas.
Ya en el minuto 4 vino el primer momento de zozobra para Paraguay cuando una mala salida del meta Aldo Bobadilla, tras un lanzamiento de falta, dejó un balón saltando en el área que los suecos no supieron aprovechar.
Cinco minutos después, Bobadilla enmendó su error con un paradón ante un violento disparo de Kim Kallstrom desde fuera del área enviando el balón a saque de esquina.
En el 13 fue Christian Wilhelmson el que remató ligeramente desviado desde la distancia y, entre medias, ya había habido dos situaciones peligrosas en saque de esquina.
Ante la andanada sueca, Paraguay parecía tener poco que ofrecer salvó su disciplina defensiva y, como casi única fórmula de ataque, buscar con balones largos a sus delanteros Nelson Valdez y Roque Santa Cruz, a quienes casi nadie acompañaba y que se debían sentir más solos que los pocos aficionados paraguayos rodeados por 50.000 suecos.
Sin embargo, Santa Cruz tuvo una ocasión clara, en el minuto 15, pero en una situación que se salía de la lógica de lo que estaba ocurriendo y que pronto los suecos hicieron olvidar con nuevas andanadas.
Sólo cuando el lateral Jorge Núñez, en el minuto 41, decidió acompañar a sus delanteros, pareció verse que era posible otra versión del partido en la que Paraguay llevase ocasiones de peligro más sistemáticamente y menos por el azar de los balonazos largos.
Eso, inicialmente fue sólo una insinuación, el libreto parecía seguir siendo otro como lo mostró un cabezazo de Henrik Larsson en el minuto 34 y una ocasión enorme que desperdició Zlatan Ibrahimovic en el minuto 42 pegándole al césped cuando iba a rematar desde una posición excelente.
Al comenzar el segundo tiempo, Paraguay se sacudió, quiso dejar atrás su racanería y Valdez tuvo una gran ocasión. Fue una especie de pulso, porque Suecia no estaba dispuesta a que el partido dejara de jugarse en campo paraguayo.
A la ocasión de Valdez, Suecia respondió con una de Larsson en un saque de falta y otra enorme de Allback que Denis Caniza salvó sobre la raya de gol. En el pulso, Suecia llevaba ventaja, pese a que el «Maño» Ruiz intentó darle más ataque a su equipo con el ingreso de un centrocampista ofensivo como Julio De Santos, y el partido volvió a jugarse predominantemente en la mitad paraguaya y Allback volvió a tener otra ocasión increíble en el minuto 80 pero se encontró muy bien parado a Bobadilla.
Sin embargo, los sudamericanos se habían vuelto más atrevidos e insistían, con sus líneas claramente más adelantadas que en la primera parte cuando tenían la posesión del balón.
El partido, en los minutos finales, volvió a ser parejo, y los suecos empezaron a entrar incluso en una fase de desesperación y a equivocarse mucho lo que les valió abucheos de su propio público.
Sin embargo, al final vino el gol de Ljungberg que le da a Paraguay el billete de regreso a casa y premió al fin casi 180 minutos de esfuerzos ofensivos de los suecos, si se cuenta también el 0-0 ante Trinidad Tobado.
Ficha técnica:
1 – Suecia: Isaksson; Alexandersson, Mellberg, Lucic, Edman; Linderoth; Wilhelmson (Jonson, 68), Kallstrom (Elmander, 86); Ljungberg; Ibrahimovic (Allback, 46) y Larsson.
0 – Paraguay: Bobadilla; Cáceres, Gamarra, Caniza, Núñez; Bonet (Barreto, 80), Acuña, Paredes, Riveros (Dos Santos, 62); Santa Cruz (López, 63) y Valdez.
Goles: 1-0, min 89, Ljungberg, de cabeza.
Arbitro: Roman Slysko (Eslovaquia) amonestó a Linderoth, Lucic, Allback, Caniza, Acuña, Paredes, Barreto.
Incidencias: partido del grupo B del Mundial de 2006 disputado en el Olympiastadion de Berlín ante 72.000 espectadores, 50.000 de ellos suecos. En el palco estaban, entre otras personalidades, Franz Beckenbauer, la ministra alemana de Cooperación y Desarrollo, Heidemarie Wieczorek-Zeul, y la embajadora paraguaya Lilianne Lebrón-Wenger.