Sueño y decepción del Brasil ‘galáctico’

<p>Sueño y decepción del Brasil ‘galáctico’</p>

RIO DE JANEIRO. (AFP) – El Mundial de Alemania-2006 fue la gran ilusión deportiva del año para 185 millones de brasileños que esperaban ver a uno de los mejores equipos de su historia alzando el ansiado sexto título, pero acabó siendo su peor frustración en años por una más que criticada ‘Seleçao’.

Con estrellas de alto calibre en todos los puestos, un inédito y absoluto favoritismo en los pronósticos y resultados previos muy alentadores, Brasil llegó a Alemania con alfombra roja y por un portón dorado, pero acabó huyendo por la puerta trasera bajo duras críticas hacia el plantel y su técnico.

Con la pretensión de retener el título que había ganado en Corea del Sur y Japón en 2002 y de la mano del técnico Carlos Alberto Parreira, Brasil exhibió un rendimiento decepcionante en Alemania, donde fue eliminado prematuramente en cuartos de final tras caer 1-0 ante Francia.

Tras culminar primero en las eliminatorias sudamericanas y haber ganado con lujo la Copa de las Confederaciones de Alemania-2005, toda la afición y la mayoría de la prensa esperaba ver a la ‘fiera’ auriverde acabando con sus ‘presas’ camino al ansiado ‘Hexa’. Pero eso no se dio. “Faltó química. La selección no tuvo la respuesta esperada”, confesó Parreira tras la derrota, para acotar que Brasil fue “sin hambre” al “banquete” de Alemania.

“Nuestro proyecto fracasó, pero no es una tragedia nacional. La única tragedia en el fútbol brasileño es la Copa de 1950 (con derrota 2-1 en la final con Uruguay en el estadio Maracaná). Igual al 50 no hay nada”, justificó.

El principal jugador de la historia brasileña, el ‘Rey Pelé’, sentenció en noviembre pasado que Brasil “no jugó como equipo” y por ello fracasó. “Creo que tuvo exceso de confianza”, resaltó.

En primera fase Brasil cosechó tres victorias en el Grupo F: ante Croacia (1-0), Australia (2-0) y Japón (4-1), todas sin lucir y con momentos incluso de zozobra. Ya en octavos parecía que iba a despertar cuando eliminó a Ghana (3-0).

Pero la realidad y Francia aplicaron luego una dura cachetada al ‘Scratch’ de Parreira. Fue víctima de una falsa modestia y exceso de confianza como evidenciaban el ánimo festivo en las prácticas y la actitud displicente hacia la prensa.

Además, Parreira mantuvo y defendió tercamente a jugadores criticados y fuera de su mejor nivel, como el veterano lateral Cafú o particularmente el artillero Ronaldo (Real Madrid), con evidente exceso de peso como acabó reconociendo, pero tardíamente, el médico de la ‘Seleçao’, José Runco.

También, se sepultaron bajo manto de silencio las salidas nocturnas de estrellas o relativizaron asuntos como la sorpresiva ida en secreto de Ronaldo a un médico local.

Esto ahondó el clima de presión creado previamente, que era mayor incluso para figuras como el astro Ronaldinho Gaúcho, quien llegó en condición de mejor futbolista del mundo y colocado de antemano como figura de la Copa, algo que no ocurrió pues su gestión fue regular e incluso ni marcó.

Pocos días después, en su sitio de internet, Ronaldinho también reconoció el fracaso y dijo a la afición: “no fue esta vez que conquistamos el hexacampeonato mundial, pero con el apoyo de ustedes superaremos los errores del 2006 y retornaremos fuertes en busca del hexa en 2010”.

Más incisivo fue el ‘Fenómeno’ Ronaldo que dijo en julio que “no existió un culpable, cada uno tiene su cuota de responsabilidad, desde la comisión técnica a los jugadores”.

“Es una exageración buscar culpables y hacer tanto ruido por causa de una derrota. El fútbol es simple: se gana y se pierde”, sostuvo ‘R9’, quien salvó parte de su honor con tres goles que le dieron el récord de máximo anotador de la historia de los Mundiales, con 15 tantos.

Por su parte, otras figuras tuvieron un cierre oscuro para su carrera en el once canarinho bajo fuertes críticas. El lateral Roberto Carlos anunció su retiro tras la eliminación, y el capitán Cafú quedó fuera ya por edad (36 años) para futuras convocatorias, aunque acabó siendo el brasileño con récord de duelos mundialistas.

Pero la decepción tuvo efectos incluso en el ámbito político y económico.

“Estoy muy frustrado con lo que ocurrió el sábado (día del duelo ante Francia)”, dijo el presidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva tras la derrota.

A nivel económico, por ejemplo, el sector publicitario de Brasil invirtió 450 millones de dólares en el primer semestre por la Copa, pero la eliminación impidió que la cifra se hubiese duplicado.

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