Sufre ataque de marido  había matado otras dos

<P>Sufre ataque de marido  había matado otras dos</P>

“Para que no seas de otro te voy a matar”, fueron las palabras que antecedieron a los machetazos que Confesor Moreta, de 48 años de edad, propinó a Cándida de la Cruz, de 50. Iba a ser la tercera mujer a  la que quitaba la vida en los últimos años.

 Hoy, Cándida tiene dos dedos  y una oreja menos y fue sometida a dos intervenciones quirúrgicas para salvarle los antebrazos.. Sobrevivió  escudándose con las manos mientras el hombre trataba de cercenarle la cabeza, relató.

A Moreta  se le atribuye haber matado primeramente a su anterior  mujer  en San Juan de la Maguana; y luego a una anciana que insistía en  cobrarle  el alquiler de la casa en que vivía.

La agresión a  Cándida de la Cruz ocurrió hace mes y medio  en la hacienda Estrella, de Santo Domingo Norte. Hasta el reciente apresamiento del agresor, desconocía sus antecedentes.

Testimonios escalofriantes expresaron ayer  sobrevivientes que fueron víctimas de un hombre que mató a una anciana en Los Guarícanos, a su mujer en San Juan de la Maguana e intentó asesinar a otra compañera en la  Hacienda Estrella, en Santo Domingo Norte.

Cándida de la Cruz Hernández, de 50 años, narró que se salvó por un milagro de que su marido, Confesor Moreta, de 48, no la matara.

Este  la atacó con  un machete arrancándole dos dedos de la mano derecha y  una de las orejas, y la hirió  en el cráneo, la espalda y en otras partes del cuerpo.

La víctima,  quien vivía en la calle Villa Altagracia, en la Hacienda Estrella, narra que el 27 de septiembre su ex marido la agredió  porque ella no quería seguir las relaciones con él.

“Para que tú no seas de otro te voy a matar”, fue la frase de Moreta,  quien de inmediato la emprendió a machetazos, alcanzándola  en la espalda, lo que hizo que cayera al suelo, donde siguió atacándola   hasta dejarla por muerta.

Cruz Hernández mostró además dos operaciones en los antebrazos, ya que por poco los pierde, debido a que para evitar que le volara la cabeza se defendía levantando esa parte de su cuerpo.

Expresa que hasta que Moreta no fue apresado por la Policía no sabía del rosario de crímenes que este había cometido ni que era uno de los más buscados por la institución del orden en Santo Domingo Norte.

 Otro caso.  De su lado, Rufino Tavera expresó que su madre, Mercedes Jiménez Rodríguez, de 80 años, fue asesinada por  Moreta, hace cuatro años, por no pagarle el alquiler de una casa en Los Guarícanos, Santo Domingo Norte.

Recordó que este pagó dos depósitos a su madre por dos habitaciones, estuvo en ellas durante  siete meses y jamás volvió pagar un centavo, por lo que  su madre le dio un plazo de 15 para se mudara.

Al cumplirse los 15 días para que abandonara las dos habitaciones su madre fue  a reclamarle y el pago fue quitarle la vida en el acto, por lo que su madre fue encontrada con la cabeza destruida en la sala y la habitación.

Su indignación es peor porque a pesar del crimen que cometió Moreta  solo estuvo detenido tres días en el Palacio de la Policía de donde fue despachado sin ninguna explicación, ya que ni si quiera fue sometido.

Lo apresaron en Hacienda Estrella

Oficiales de la Policía adscritos a la Dirección Regional Norte apresaron a Confesor Moreta García, próximo a la residencia donde vivía con  Cándida de la Cruz, quien agradeció al jefe de la Policía, mayor general José Armando Polanco Gómez, que su ex esposo fuera detenido, sometido a la justicia y enviado a la cárcel  La Victoria con tres meses de coerción.

Luego de arrancarle la vida a la anciana Mercedes Jiménez Rodríguez, en Los Guaricanos, Confesor Moreta se fue a San Juan de la Maguana, donde  asesinó a la mujer con la que convivía, de donde huyó a Santo Domingo Norte.

  En este municipio permaneció con Cándida de la Cruz, en la comunidad Hacienda Estrella, donde trató de matarla.

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