Tener problemas cardíacos no es una razón para eximirse del placer o de la necesidad de volar. Las personas que sufren del corazón puedan volar, eso sí, con ciertas previsiones.
Así lo aseguró el doctor Fulgencio Severino, director de cardiología del Hospital Salvador B. Gautier, quien fue cuestionado por ¡Vivir! a propósito de recientes casos de personas con problemas cardíacos que murieron a bordo de aviones en vuelo.
No hay que alarmarse por esos casos. Aunque desconozco en detalle el contexto de esas muertes, un ataque cardíaco puede sucederle a una persona en cualquier lugar, por lo que más que alarmarse las personas lo que deben de hacer es prevenir y tener un estilo de vida sano.
No obstante, reconoce que algunos grupos de pacientes con problemas cardíacos tienen ciertas restricciones en algunos momentos para transportarse en avión, pero aclara que no es para todos.
Indicó que dentro del grupo que tiene restricciones están quienes han padecido infarto agudo del miocardio, que por un consenso universal tienen prohibido volar durante el primer mes, y trombolismo pulmonar agudo.
Las restricciones a estos últimos se deben a que como en el vuelo deben estar mucho tiempo sentados hay más probabilidad de que se desarrolle otro evento tromboembólico, indicó el galeno.
También hay grandes restricciones para los pacientes con hipertensión pulmonar severa, debido a que estos pacientes son propensos a los cuadros de hipoxia (un trastorno en el cual el cuerpo por completo o una región se ve privado del suministro adecuado de oxígeno) o hipoxemia (una disminución anormal de la presión parcial de oxígeno en la sangre arterial).
A ellos se les prohibe volar porque debido a las grandes alturas a las que se eleva el avión hay poca concentración de oxígeno y ellos pueden incrementar la falta de oxígeno en su organismo y morir de manera repentina, explica el doctor Severino.
Además es extremadamente estricto con todos los demás pacientes con enfermedades cardíacas que esten en estado descompensado, esto es que tenga muchas limitaciones en sus actividades.
Medidas vitales. La precaución transversal que deben tomar las personas anteriormente señaladas si van a abordar un avión es hacerse una evaluación médica, esto a fin de prevenir y estar atentos ante anomalías.
Pero el doctor Severino señala que esta evaluación no es necesaria en todos los pacientes con problemas cardíacos, sino en aquellos citados en principio y que tienen grandes riesgos.
Así esa evaluación y las medidas que se deriven de ella dependerá de su cuadro médico. Por ejemplo, el doctor Severino indica que quienes padecen trombosis venosas deben estar anti -coagulados y llevar medias o vendajes comprensivos. Además el galeno recomienda que una vez el avión esté estable den paseítos por el mismo.
También señala importante que el avión en el que se vaya a desplazar, o el paciente de manera personal, tenga un tanque de oxígeno para hacer frente a un posible ataque por falta de oxígeno.
Una última medida es que el paciente debe estar al día con sus medicamentos.
Cuestión de prevención. El galeno señala que lo más idonéo es que en los aviones debe haber condiciones mínimas para lidiar con un paciente al que se le presente una emergencia cardíaca.
Hace unos años en Austria se hizo un estudio respecto a las condiciones de los vuelos para las personas cardíacas y producto de eso se equiparon los aviones con desfilbradores, que son unos aparatos que monitorean el ritmo cardíaco y te hacen un cardiograma al instante, explica.
Pero además es enfático en señalar la necesidad de que quienes ya padecen problemas cardíacos y quienes todavía están sanos tomen prevención de su salud. Para eso es válido el ya clásico pero muy importante tríada de hacer ejercicios, no fumar y comer sano.
La frase
Doctor Fulgencio Severino
Los fallos cardíacos se pueden prevenir y la prevención es individual, hacen faltas políticas públicas, pero también cada quien debe hacer su parte, tener un estilo de vida sano.