Sugerencia a Diandino y a los transportistas

Sugerencia a Diandino y a los transportistas

BIENVENIDO ALVAREZ-VEGA
Si los periódicos han informado de manera fiel y si no hemos leído e interpretado de forma incorrecta lo publicado, los gremios de transportistas y la OPRET, particularmente su director Diandino Peña, se pusieron de acuerdo sobre las principales medidas que deben adoptarse para mejorar la economía de este subsector del transporte y para definir unas políticas públicas que pongan orden en las rutas de transporte y sus conexidades.

 ¿Cuál es, entonces, el problema que enfrenta a unos y a otros? Parece que es, de acuerdo a lo publicado y a lo que uno oye de los transportistas y del ingeniero Peña, el tiempo para definir las políticas, diseñar las medidas, identificar las fuentes de los recursos financieros y ponerlas en ejecución.

Si esta apreciación nuestra es correcta, entonces a uno le parece que la solución al diferendo actual puede encontrarse con relativa facilidad. Pero esta facilidad aparente necesitará, eso sí, la buena voluntad de las partes y una mayor racionalidad. Buena voluntad y racionalidad que todos asumimos en los transportistas y en el señor director de la OPRET.

Ya los transportistas han conseguido un gran triunfo, como es lograr que el negociador del gobierno reconozca la pertinencia de los reclamos que ellos hacen. Y segundo, haber sido recibidos, previamente, por el Presidente de la República, quien de buenas ganas escuchó sus planteamientos y puso al frente de las negociaciones a quien es, probablemente, su funcionario con mayores credenciales como gerente.

Ahora bien, el ingeniero Peña tiene razón cuando afirma que no quiere andar por los caminos conocidos y repetir las improvisaciones del pasado, tomar decisiones apresuradas que sean parches y no soluciones definitivas,  para dentro de unos meses la crisis reaparezca y sea necesario volver a adoptar medidas o parches.

Este es un planteamiento inobjetable. La sociedad en general y los transportistas en particular debieran estimular a que se actúe como dice el director de la OPRET, de manera que el transporte urbano y suburbano de la República Dominicana encuentre una solución de largo plazo. Si aceptamos esta premisa entonces tenemos que comprender que las cosas no pueden hacerse en un santiamén.

Sin embargo, el ingeniero Peña tiene que comprender, por su lado, que el gobierno adopta cada día medidas que encarecen los factores de costos del transporte público. Por lo tanto, los transportistas no pueden sentarse a esperar su descapitalización.

Entonces, hay que buscar salidas intermedias que permitan que el ingeniero Peña formule y diseñe las políticas, pero que eviten que los transportistas sigan registrando pérdidas en sus operaciones.

Nos permitimos sugerir que las partes regresen a la mesa de negociación en el ánimo de que hay interés y se quiere buscar solución a los problemas del transporte,  con el propósito de encontrar una salida intermedia a las diferencias que los enfrentan. Estas salidas intermedias están ahí, solo hay que buscarlas, identificarlas.

Eso sí, el curso del expediente del Plan Renove no puede ser objeto de negociación alguna, ni el ingeniero Peña puede reiterar que hay que esperar seis meses para que los transportistas comiencen a resolver sus problemas de costos. 

Ojalá que las partes se animen y regresen a la mesa del diálogo.
bavegado@yahoo.com

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