Sugerencia forense reiterada

Sugerencia forense reiterada

Carta abierta al Procurador General de la República: A usted como jefe del Ministerio Público responsable de la investigación judicial de todas las muertes violentas o sospechosas de serlo, dirijo esta comunicación que viene siendo la segunda pues la primera se materializó al momento de habérsele designado en el cargo mediante decreto presidencial. Ojalá ésta no caiga en el olvido o sea engavetada para no ser abierta otra vez cual perenne tumba sellada. Si me aventuro a escribirle de nuevo no lo hago por ingenuidad, ilusión, ni por necedad, sino porque considero útil insistir en algo que a la larga redundará en beneficio para la población dominicana en sus distintos estamentos.

Con esta perentoria introducción entro en materia. Resulta y viene a suceder, como suele decir un amigo nuestro en común, que casi a diario recibo múltiples llamadas desde distintos lugares de personas angustiadas ante la desagradable sorpresa de enfrentarse al caso de algún familiar que ha fallecido en el hogar o que ha sido encontrado muerto en la calle o en un sitio deshabitado. Mucha gente no sabe qué hacer en lo inmediato ante esa situación y todo el mundo pasa las de Caín a la espera de que aparezca a tiempo el fiscal acompañado del médico legista y la policía. El panorama que se vive cuando un cadáver se pasa largas horas tirado en la calle antes de que hagan acto de presencia las autoridades podría servir de estímulo para que un seguidor de Dante se inspire a pintar el cuadro más espantoso que unopueda imaginar.

Proponemos que la Procuraduría General de la República disponga de una flotilla de ambulancias nuevas con choferes y personal científico técnico suficiente para laborar las 24 horas, los siete dias de la semana, en provincias y municipios, muy especialmente y de manera urgente en la capital, Santiago y demás grandes ciudades de la nación.

Esas unidades de ambulancias estarían dotadas de un efectivo sistema de comunicación que permita a cualquier ciudadano común ponerse fácilmente en contacto para informar acerca de un fallecimiento acontecido en un punto de la geografía dominicana. Reclutar choferes, médicos y técnicos para que integrados al cuerpo policial bajo la dirección del Ministerio Público, sumado a una campaña permanente de información orientadora sobre qué hacer ante una emergencia fatal es una prioridad impostergable. Levantar un muerto a tiempo no es tarea del otro mundo. Lo que se requiere es una gran voluntad política y una enorme vocación de servicio al pueblo. Acciones de este tipo son hechos que ponen a la gente en sintonía con el gobierno. Concretizar un plan como el que enuncio nos pone a ganar a todos gobernantes y gobernados. Nadie pierde y la satisfacción del deber cumplido nos hace sentir que ha valido la pena la designación en el puesto que desempeñamos.

Inscríbase de manera gratis en el selecto libro de los que pasaron por el cargo y dejaron grabadas huellas de acciones positivas que el pueblo dominicano recuerda con agrado. ¡Ponga ese plan en ejecución y llénese de gloria señor Procurador!

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