Sugerencias para nuestros partidos políticos

Sugerencias para nuestros partidos políticos

Irónicamente, el día 15 del mes que discurre, la Junta Central Electoral (JCE), dio apertura formal a la campaña electoral con miras a la elección del Presidente y el Vicepresidente de la República, tarea que no se había detenido desde que se llevaron a cabo las elecciones para seleccionar los senadores, diputados, alcaides y sus suplentes.  Desde aquella ocasión, tanto las ciudades, pueblos, postes del tendido eléctrico y árboles a todo lo largo y ancho de avenidas, calles, caminos y carreteras, sólo sirvieron para desplegar  la faz sonriente de uno de los numerosos candidatos que son postulados por los partidos reconocidos por la JCE.

   Este dispendio o derroche de recursos económicos, dilapidados en un pueblo pobre en el cual falta de todo, es el vivo ejemplo de la mentalidad del subdesarrollo o de aquellos tarados, que creen: que los afiches votan, o que el mayor número de cartelones, banderolas o vallas influirán para que el votante se decida por el candidato promocionado.  Craso error.  Mientras más seguido se agrede la visión, mayor es la resistencia a votar por el desplegado, ya que abrumando al futuro votante,  se pretende apabullar a los contrarios y se opera un sentimiento favorable para  votar por el que menos tenga oportunidad de ganar.

   Después de los sismos que se han sucedido en diferentes ciudades del país, muchos planteles escolares se han cuarteado, constituyéndose en un peligro para los estudiantes que deben recibir clases en aulas con vocación al desplome.  Si los partidos políticos quisieran captar el voto estudiantil y el de sus progenitores y guardianes, sólo tendrían que ordenar que brigadas del partido, reparen esos colegios, escuelas y centros educativos y ponerle una banderola que diga: “Este plantel ha sido reparado por el Partido TAL, que ha utilizado los recursos suministrados por la JCE, para proteger los estudiantes”.  Asimismo, planteles escolares que quedan en calles y avenidas peligrosas, necesitan de un puente peatonal para los alumnos pasen sin peligro.  Ahí de nuevo, el Partido TAL, podría traer tranquilidad y sosiego a los padres y seguridad  a los estudiantes.

   Hemos observado, cómo en barrios marginados sus habitantes protestan por la falta de una determinada obra.  El Partido TAL, podría: sea hacerles aceras y contenes y por qué no, hasta asfaltarle una o varias calles.  De seguro que esos ciudadanos, a la hora de votar en su mente pesará el sufragar por el Partido que los ayudó y que les auxilió en una obra necesaria para la comunidad, la cual venían clamando a los gobiernos de turno, a veces por años.

   Existen muchas maneras de invertir los recursos que les otorga la JCE a los partidos políticos en menesteres que no sean sólo la promoción y la exaltación del o de los candidatos.  En vez de realizar las odiosas caravanas, que sólo sirven para entorpecer el tránsito, causar malestar a los que trabajan, o emborrachar a los cretinos que creen que vocear, ondear una bandera o arriesgar su vida en la cola de una motocicleta o en la cama de un camión o camioneta, es un trabajo digno y meritorio, creyendo que después le será reconocido si triunfa su candidato, para desengañarse y rumiar de rabia, porque este señor ni siquiera lo recibe o reconoce cuando en un elevado cargo se encuentra.

   Los candidatos debieran sopesar estas recomendaciones, a sabiendas, que aun cuando no alcancen el triunfo deseado por ellos, por lo menos les queda la satisfacción de haber empleado los fondos de los contribuyentes, en obras que los ciudadanos recordarán y agradecerán al Partido TAL que se  mancomunó con ellos para resolverles pequeños problemas, pero vitales para el diario vivir.

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