Este año, debido al cambio climático, el calor se ha intensificado; las altas temperaturas son una amenaza para nuestra higiene y salud.

Ya pasamos julio que fue de mucho calor y ahora estamos en el mes de agosto que promete ser más caluroso todavía.

Ante esa situación, hay que tomar cuidados especiales;  no debemos desesperarnos  y hacer algunas acciones que puedan constituir un paliativo.

Lo primero es tomar abundante agua; se recomienda tomar unos ocho vasos diarios y de ser posible alternar algunos vasos de agua con jugos naturales.

Debemos andar con ropa fresca, hecha de tela de fibras naturales que permitan la transpiración: por ejemplo, el algodón.  El vestido debe ser ancho y los calzados cómodos.

Tenemos que protegernos del sol, si vamos a salir procurar que no sea en horas muy calurosas y en caso de que esto no sea posible, llevar entonces una sombrilla. Recuerdas que además del calor los rayos ultravioletas del astro rey provocan quemaduras y hasta cáncer en la piel.

Y recuerdas llevar siempre agua para que la ingieras de cuando en cuando.

Si estás en la casa, permanece en  habitaciones  ventiladas pero si el aire de calle es muy caliente entonces debes procurar que no entre.

Los abanicos son buenos, pero recuerda que también te congestionan.

Consume alimentos que no contengan muchas calorías, sobre todo vegetales y frutas. Evita las grasas y abundancia de comida.

Si estás en algún campamento seguro que los ejercicios físicos son a alguna hora prudente, es decir,   fresca: son  aconsejables a primera o última hora del día.

En estos días es aconsejable ir al río a bañarse, pero los niños no deben ir solos, sino acompañados de personas adultas y procurar regresar en horas frescas.

También debes tener presente que debes contribuir con los demás; no provoques que las personas mayores se incomoden contigo porque, además de que le debes respeto, el fuerte calor puede provocarles hasta dolencias cardíacas.

Y si te sientes mal a causa del mucho calor, te recomendamos que suspendas la actividad que estás realizando, tomes un descanso en un lugar, ingieras agua, o jugo de frutas para que repongas las sales que se pierden con el sudor.

Si con estas medidas no te recuperas en un tiempo prudente entonces debes visitar al médico para que te haga una evaluación.