La nueva Ley 479-09 de Sociedades Comerciales tiene una parte “onerosa”, por  lo  que casi  todas las empresas existentes tienen  que someterse, en un período de tres meses, a un proceso de adecuación que implica cambio de nombre, aumento de capital, modificación de estatutos, designación de nuevos comisarios y directores.

 Estos procesos de la nueva legislación bien pudieron ahorrarse, respetando el estatuto de las ya constituidas y legislando para el futuro, de acuerdo a lo planteado por el abogado Luis Heredia Bonetti. El profesional destaca la necesidad de que la comunidad empresarial esté alerta para no incurrir en falta o incumplir con los requerimientos de adecuación o transformación que la ley impone sobre la mayoría de las sociedades actualmente existentes.

Explica que esto significa que las compañías por acciones vigentes se adapten a las nuevas reglas de juego, adoptando forzosamente la denominación de “Sociedad Anónima”, lo que conllevará un procedimiento de cambio de nombre, así como el requerimiento de capital autorizado de RD$30 millones y el valor mínimo de las acciones de RD$100, que en muchos casos hará necesario la celebración de asambleas para aumentar el capital y reforzar los estatutos. En un trabajo publicado en la revista Innovacón & Competitividad, dijo que en otros casos la decisión será la de transformarse para adoptar uno de los nuevos tipos societarios contemplados en la ley, tales como “Sociedad de Responsabilidad Limitada” y Empresa Individual de Responsabilidad Limitada, esta última perteneciente a una única persona física que constituye un patrimonio independiente y separado de sus otros bienes, con el fin de dotar de personalidad jurídica su negocio.

  “Cuando se haga el balance entre lo positivo y lo oneroso de la legislación que contamos, habrá que tener en cuenta las novedades que representa”, dijo.

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Ceñirse

Para Heredia Bonetti lo que cuenta es, al fin, ceñirse al instructivo del proceso de adecuación y transformación que, para tales fines, fue dictado por la Federación Dominicana de Cámaras de Comercio y Producción, documento que define los los requisitos y las formalidades que deben adoptar las sociedades comerciales para formarse a la Ley 479-08, antes de que finalice el mes de junio del año en curso.