Hoy 
ALEIDA PLASENCIA
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El director ejecutivo de Participación Ciudadana, Javier Cabreja, planteó ayer que el nivel de deterioro al que ha llegado la institucionalidad en el país, indica que necesariamente hay que hacer transformaciones profundas en instituciones del sistema político, como la Justicia por ejemplo.
Consideró necesario fortalecer el Ministerio Público y el propio Poder Judicial, que tienen la responsabilidad de investigar casos vinculados a corrupción, perseguir y dictar sentencia frente a ello.
Cabreja exhortó que inmediatamente termine el proceso electoral, inicie una serie de reformas políticas e institucionales que hacen falta para evitar ciertas prácticas. Citó el clientelismo político.
En ese sentido, recomendó una reforma a la legislación electoral, de manera que se regulen claramente las campañas electorales. Estos así porque según Cabreja, se requiere un mayor control de las campañas electorales por parte de la Junta Central Electoral (JCE). Al respecto favoreció instituir un fiscal electoral capaz de investigar los delitos electorales.
Abogó porque en esta legislación haya mucho más claridad que ahora en cuanto a sanciones establecidas para aplicarlas a los partidos políticos o candidatos que incurran en delitos electorales. Cabreja, al responder preguntas de los periodistas Huchi Lora y Patricia Solano en el programa El Día, en Telesistema, canal 11, resaltó también que el Estado y la economía dominicana, no soporta el nivel de clientelismo político y el tipo de práctica en que están incurriendo los partidos desde el poder.
Añadió que os medios de comunicación como organizaciones de la sociedad civil tienen la responsabilidad de cuestionar y criticar los hechos de corrupción.
Las claves
Corrupción
Según el director ejecutivo de Participación Ciudadana, una situación de corrupción generalizada no es posible solamente porque haya corruptos en el gobierno o corruptores en el sector privado, sino que para ello se requiere una permisibilidad social que haga posible que estos hechos pasen sin ningún tipo de consecuencia en términos sociales y morales.
