Monseñor Ramón Benito Ángeles dejó sentir  su preocupación por la violencia que sacude al país y propuso ayer al Gobierno, a las iglesias y a las instituciones públicas y privadas aunar esfuerzos a fin de producir un proceso de concienciación, educación  y unificación familiar para enfrentar el ambiente que  prevalece en el país.  Atribuyó el fenómeno a la falta de oportunidades, a los vicios y al dinero fácil el incremento en la criminalidad. Dijo que el país está pasando por una situación muy penosa, pero que no se puede perder  la fe y la esperanza.

Monseñor Ramón Benito Ángeles propuso ayer al Gobierno, a las iglesias y a las instituciones públicas y privadas aunar esfuerzos a fin de producir un proceso de concienciación, educación  y unificación familiar para enfrentar el ambiente de violencia que prevalece en el país.

El prelado atribuye a la falta de oportunidades, los vicios y el dinero fácil el incremento en la criminalidad.

Dijo que el país está pasando por una situación muy penosa, pero que no se puede perder la dimensión de la fe y la esperanza en el corazón de los dominicanos, y sostuvo que la violencia, manifestada en diferentes formas y muy enfocada al feminicidio, es un fenómeno fruto de la desintegración del corazón de hombres y mujeres que han perdido la dimensión de su responsabilidad como ser humano y el respeto que se debe tener por todo ser humano. 

Entrevistado al término de una misa de acción de gracias por el 46 aniversario del Indrhi, dijo que la violencia, que crea también inseguridad en la ciudadanía, se ha convertido en un fenómeno social que llama a la reflexión de las iglesias y  del Gobierno.