Sugiere no se haga en período electoral

Sugiere no se haga en período electoral

El ex secretario de Hacienda de España y experto tributario, Víctor Sevilla Segura, afirmó ayer que el país no debe abocarse a una reforma fiscal en medio de un proceso electoral, porque para ello se requiere de un consenso político y social que no se daría en las actuales circunstancias.

De su lado, Glenn P. Jenkins, profesor del departamento de economía de Queens University, en Canadá, dijo que la presión tributaria en la República Dominicana no debe superar el 20%, por lo que la reforma fiscal debe abarcar un aumento en la carga impositiva de sólo cuatro puntos.

Sevilla Segura y Jenkins hablaron con periodistas en el transcurso del seminario «Reforma fiscal y autonomía presupuestaria de la administración tributaria dominicana», que se desarrolla en Banco Central con la participación de expertos nacionales e internacionales y de funcionarios del área monetaria y fiscal del gobierno y del empresariado, con mira a la reforma fiscal que se discute en el país actualmente.

«Llevar a cabo la reforma fiscal antes de las elecciones, sería un disparate. Eso no se puede hacer. No parece que sea muy sensato plantear una reforma cuando se está a un mes de unas elecciones presidenciales», dijo.

Explicó que para llevar adelante una reforma fiscal tan amplia como tiene proyectado el gobierno, es imprescindible un amplio apoyo político y social.

«En mi opinión, debe esperarse hasta después de las elecciones presidenciales. No tiene mucho sentido plantear un acuerdo político de cara a las elecciones y buscar una aceptación de lo que, en definitiva, van a tener que soportar el costo de los impuestos que son los ciudadanos en general», dijo.

Agregó que la reforma fiscal requiere varias cosas, siendo una de la más importante, la distribución equitativa de la carga impositiva.

«Son muchos los cambios y por tanto hace falta un gran apoyo político y social», dijo al señalar que la reforma fiscal requiere el consenso de quienes van a pagar los tributos.

Tanto Sevilla, como Jenkins, plantearon que la reforma fiscal debe incluir la simplificación de la tasa, en que la presión tributaria no debe exceder el 20 por ciento.

Actualmente, el 27 por ciento de los impuestos que se cobran en el país son directos mientras que el 73 por ciento restantes son indirectos, estructura que según Sevilla Segura debe ser cambiada de manera que quien más recursos gane, pague más.

Consideró sumamente complicado el proceso de reforma fiscal que se lleva a cabo en el país, al afirmar, que contrario a otros casos, cuando los tributos van a cubrir necesidades propias de la población en este caso, los mismos serán destinados a cubrir el déficit generado por la quiebra de varios bancos.

«Ese dinero ya está gastado, por lo tanto a esa reforma dura le será difícil de conseguir apoyo social, porque esos recursos irán a cubrir la crisis bancaria», dijo.

También opinó que la reforma debe hacerse consciente de la realidad en que va a operar, tomando en cuenta la brecha fiscal, los niveles de evasión y el marco jurídico institucional del país.

«Hay que evitar hacer una ley que luego no se cumpla», opinó el experto.

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