Sugiere reprogramar deuda pública de país

Sugiere reprogramar deuda pública de país

SANTIAGO. El sacerdote y economista José Luis Alemán afirmó ayer que será difícil aplicar controles en el mercado de divisas a menos que el gobierno acuerde una reprogramación de la deuda pública, la que entiende que está obligando al Banco Central a emitir una «hemorragia» de pesos para el pago de intereses.

Descartó que por el momento haya las perspectivas para un mejoramiento de los índices económicos, porque todo depende de los precios internacionales del petróleo que no parece que vayan a bajar.

«Hay que hacer un acto de fe,» dijo el padre Alemán cuando se le preguntó sobre posibles soluciones a los problemas económicos.

El economías estimó que el gobierno debe iniciar un proceso negociaciones para reconvertir la deuda pública interna, de manera que haya una restricción en las emisiones del Banco Central que disminuya la presión que mantiene en el mercado cambiario.

Sin embargo, el también catedrático universitario no descarta que haya «profanadores» en el mercado cambiario que estén especulando con las divisas, pero estimó que existían condiciones para que la tasa de cambio subiera bruscamente en los últimos días.

“Uno diría que sí, pero el problema es ¿cómo tu demuestras eso?… es muy difícil», dijo el sacerdote cuando reporteros le preguntaron sobre la supuesta especulación en el negocio de divisas.

Agregó que “obviamente” parece que hubo una razón para que aumentara la tasa de cambio del dólar y se refirió a que se informó que se compraron millones de dólares para adquirir petróleo, en un mercado que no tiene tantos ingresos en divisas.

Consideró que para disminuir la tasa de cambio del dólar el gobierno deberá conseguir una reprogramación de la deuda interna.

«La deuda externa es alta, pero no tan terrible como la interna que deja lesiones muy profundas en el país» precisó.

El padre Alemán fue entrevistado poco antes de un conversatorio sobre el comportamiento del dólar en el mercado de divisas que patrocinó la Cámara de Comercio Dominico Española en uno de los salones del Centro Español de Canabacoa, Santiago.

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