La Fundación Institucionalidad y Justicia advirtió ayer que si la inseguridad ciudadana predomina y la desconfianza persiste en el país, la democracia, el desarrollo económico y la gobernabilidad sufrirían una derrota de incalculables consecuencias, por lo que urge reformar la Policía. Afirmó que es el momento para que los sectores sociales se pongan de acuerdo en la definición e implementación de programas que aseguren que la Policía sea profesional, eficiente, respetuosa de los derechos humanos.
La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) advirtió ayer que si la inseguridad ciudadana predomina y la desconfianza persiste en el país, la democracia, el desarrollo económico y la gobernabilidad sufrirían una derrota de incalculables consecuencias, por lo que urge reformar la Policía.
El vicepresidente ejecutivo de Finjus, Servio Tulio Castaños Guzmán, afirmó que es el momento de que todos los sectores de la sociedad se pongan de acuerdo en la definición e implementación de los programas que aseguren que la Policía sea una institución profesional, eficiente, respetuosa de los derechos humanos, implacable con el crimen organizado y comprometida con la protección de la ciudadanía como norte principal.
Entre esos programas planteó la rediscusión de la Ley Orgánica de la institución para que esté a tono con su definición constitucional.
Castaños Guzmán entiende que la reforma de la Ley Orgánica de la Policía debe consagrar y hacer efectiva la autoridad civil del Ministerio de Interior y Policía en las grandes decisiones de esa entidad, de manera que las políticas del Poder Ejecutivo en materia de seguridad y persecución del crimen estén expresadas claramente.
Transparencia. Agregó que en la reforma del modelo de gestión de la Policía tiene que predominar la transparencia y la rendición de cuentas en el uso de los recursos humanos y materiales que el pueblo pone en manos de esa institución por vía del Presupuesto.
Se requiere de una entidad comprometida exclusivamente con el ejercicio de sus obligaciones oficiales, desligada de cualquier función o servicios ajenos a sus atribuciones legales, como lamentablemente predomina en la actualidad, acotó Castaños Guzmán.
De igual manera, recordó que es imprescindible que la función de investigación desde la Policía se realice en estricta coordinación con el Ministerio Público.
Cuerpo Especial. En ese sentido, Castaños Guzmán cree oportuna la creación de un cuerpo de investigación al interior de la Policía, separado de la función de prevención, que esté bajo la subordinación del Ministerio Público, de forma tal que se produzcan mejores investigaciones que aumenten la eficiencia en el logro de mayores niveles de condena de los responsables de crímenes y delitos.
El vicepresidente de Finjus señaló que esto implica que la institución del orden se aleje de toda forma de protagonismo mediático y asuma la obligación de discreción sobre las investigaciones que realiza, para mayores resultados.
La clave
Pacto Social
Finjus considera que es el momento de producir un gran pacto social por la reforma policial para convertir esa entidad en un órgano eficiente, en el que la ciudadanía pueda confiar. Señala que los poderes públicos, la clase política, los sectores sociales y económicos y la población en general, deben generar medidas que, a corto plazo, reviertan la percepción negativa de la Policía.