POR ODALIS MEJIA
La Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID) sugirió al gobierno dominicano un fideicomiso que contempla el cambio de deuda por naturaleza para la sostenibilidad financiera en cinco de las principales áreas protegidas del país.

Las áreas propuestas para el fideicomiso son los parques Armando Bermúdez “Pico Duarte” con 789.86 kilómetros cuadrados;  “Los Haitises-Santuario de Mamíferos” con 631.32 kilómetros cuadrados;  “Parque del Este-Isla Catalina” con 436.68 kilómetros cuadrados; la “Reserva de Biosfera (Jaragua, Bahoruco, Enriquillo)” con 2,283.91 kilómetros cuadrados y la Loma Quita Espuela.

Las fuentes de recursos para el fideicomiso serían donantes especiales; canje de deuda (oficial) condonada y descontada, con desembolsos en pesos dominicanos; aumentos de licencia comercial; secuestro de Carbono, pago de servicios ambientales como son agua, erosión, patentes por investigación con plantas medicinales (bioprospección) y  transferencias presupuestales.

La propuesta está contenida en una de varias consultas para el desarrollo institucional de la Secretaría de Medio Ambiente auspiciada por ese ministerio y la USAID. Esto se enmarca en el proceso de discusión de las políticas de gestión para el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP).

En cuanto al “canje de deuda por la naturaleza” señala que es un acuerdo de condonación de deuda oficial a cambio de inversiones en el medio ambiente. Se llevaría a cabo entre el Gobierno de República Dominicana y organizaciones multilaterales o bilaterales.

Con esto considera que se reducirían las deudas existentes del Estado y se crearía una moneda local de dinero disponible para proteger y preservar el medio ambiente.

En la consulta se señala que el fideicomiso sería un pacto legal entre el Gobierno y ONGs para preservar y mantener financieramente el medio ambiente, especialmente las Áreas Protegidas (Aps).

Para tal empresa, el capital serían los recursos naturales de las APs, donde se harían las inversiones y habría período de gracia para generar intereses del fideicomiso, los cuales serían los únicos que se  utilizarían.

La propuesta cita como beneficios del fideicomiso para el gobierno dominicano el cambio la deuda en dólares a una tasa de descuento por obligaciones en moneda local, fuente de financiamiento a largo plazo para la conservación de sus  bosques tropicales y el desarrollo de la economía local.

Establece que entre los posibles usos del canje están establecimiento, restauración, protección y mantenimiento de parques, APs y reservas naturales, programas de entrenamiento para incrementar la capacidad científica, técnica y administrativa de las organizaciones involucradas en los esfuerzos de conservación.

También el desarrollo y soporte de la subsistencia de los individuos que viven dentro o cerca del bosque tropical, desarrollo de sistemas científicos efectivos para el manejo de recursos naturales y ecosistemas, investigación e identificación de los usos medicinales de las plantas de los bosques tropicales (patentes bioprospección), restauración, protección, y uso sostenido de diversas especies de plantas y animales,

Asegura que con este plan de manejo financiero a mediano y largo plazo el SINAP SERÍA “la joya del Caribe, clave para el crecimiento apropiado del sector Turístico, y el orgullo de todos los Dominicanos”.

La estructura del fideicomiso estaría compuesta por una representación de donantes, ONGs, del gobierno y fuera de este  para atraer otras fuentes de financiamiento, tras poner como ejemplo México, donde existe el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, así como en otros países.

Como logro de mediano plazo señala que está asegurar la sostenibilidad y seguridad en el tiempo de un flujo de dinero que sea capaz de soportar al SINAP.

En cuanto a los criterios para la selección de APs para el programa de financiamiento están: innegable importancia en Biodiversidad, potencial de generación de ingresos y servicios ambientales.

Otras soluciones económicas propuesta son el incremento de las licencias de uso comercial en los parques, aumento del costo de entrada para visitantes extranjeros e incremento en transferencias presupuestarias.

El SINAP  agrupa 86 zonas en conservación en más 11,000 kilómetros de terrenos en todo el país y donde se concentra el 90% de las principales especies vegetales y naturales y donde nacen los principales ríos del país.

Entre las debilidades identificada en las consultorías del SINAP, la USAID identificó que ese sistema carece de información financiera auditada, tiene un alto por ciento de  presupuesto en salarios, bajo por ciento de presupuesto en inversión y demoras en la entrega de transferencias presupuestarias.

Rechazo

El director de Áreas Protegidas de la Secretaría de Medio Ambiente, Jesús Manuel Mateo, afirmó que la sugerencia del fideicomiso contemplando el cambio de deuda por naturaleza es una de las diversas propuestas para la sostenibilidad del SINAP, pero que ha sido objetado por los diversos sectores que la han conocido.

Dijo que las políticas del SINAP están siendo socializadas y en ese proceso será que decidirá si acepta o no la propuesta de la consultoría pagada por la USAID y ejecutada por las consultoras internacionales IPEP e IRG.

“En lo que tiene que ver con el modelo de canje de deuda por naturaleza para agenciarse recursos para el manejos de las áreas protegidas está siendo objetado y llamado a la atención porque mucha gente tiene reservas alrededor de este elemento”, expresó.