La posibilidad de que las empresas distribuidoras se declaren en insolvencia y procedan, con el apoyo del gobierno, a renegociar su deuda con los acreedores con un descuento de hasta un 60 por ciento de su valor en libro, ha comenzado a plantearse en círculos económicos, ante la gravedad de la crisis financiera del sector eléctrico.

De esta manera se lograría que las empresas distribuidoras sólo paguen el 30 por ciento de la deuda en libro con los generadores.

El objetivo sería, según se explicó, obligar a los generadores a renegociar la deuda que tienen con ellos las distribuidoras, sin que puedan apagar sus plantas.

Se indicó que esta fórmula también se aplicaría a la deuda contraída con Unión Fenosa, por la adquisición por parte del Estado de las distribuidoras Edenorte y Edesur.

Se explicó que una solución de este tipo permitiría que las compañías distribuidoras mejoren su situación financiera, y que se reduzca la carga que representa para el gobierno el subsidio al sector eléctrico.

Como segundo paso, se planteó la reestructuración inmediata de los contratos con las empresas eléctricas, para reducir los precios y, consecuente, la tarifa que pagan los consumidores.

Se explicó que con una tarifa a un nivel promedio de 16 centavos de dólar el kilovatio es imposible lograr que se haga sostenible financiera el sector debido a que perpetuaría los problemas relacionados con el índice de cobranza.

Se explicó que como parte de la solución al problema del sector, debe asegurarse que todos los consumidores paguen la energía, para lo cual se hace necesario que la tarifa se coloque en niveles más racionales.

Al mismo tiempo, se reestructuren los contratos, para que los precios sean a niveles con mejor margen de beneficio.