POR MANUEL JIMÉNEZ
Ejecutivos del Central Romana y la Casa Vicini solicitaron ayer al presidente Leonel Fernández que reclame a Estados Unidos la revisión del acuerdo azucarero establecido en el Tratado de Libre Comercio (TLC).

“El TLC no está vigente, lo que impide que el país pueda recurrir al arbitraje ante la Organización Mundial de Comercio (OMC)”, dijo Eduardo Martínez Lima, del Central Romana, al término de una reunión con el presidente Fernández en el Palacio Nacional.

“El país no puede todavía recurrir a la OMC porque el daño no se ha hecho. El daño se hará cuando ocurra la importación (del sirope de maíz)”, explicó Martínez Lima.

El presidente Fernández dijo el sábado que promulgaría la ley de reforma fiscal que incluye el impuesto a las bebidas que utilizan el sirope de maíz, pero que simultáneamente enviará al Congreso un proyecto de enmienda para excluir gravamen.

Fernández dijo, asimismo, que el gobierno respaldará un eventual reclamo del sector azucarero nacional ante el Comité de Arbitraje de la OMC.

En la reunión estuvieron Martínez Lima y Ramón Menéndez (Papo) en representación del Central Romana, y Felipe Vicini Hijo y Campos de Moya por la Casa de Vicini, así como el secretario de la Presidencia, Danilo Medina.

Martínez Lima dijo que en una revisión se pediría a los Estados Unidos excluir el azúcar del tratado o en su defecto incrementar la cuota para la República Dominicana, de manera que el sector compense las pérdidas que tendría por las importaciones de sirope de maíz.

No dijo a qué volumen de cuota azucarera aspiraría República Dominicana.

Durante las negociaciones que se llevaron a cabo en Washington, la mesa dominicana solicitó una cuota de 150,000 toneladas, pero apenas pudo lograr 10,000 toneladas. No obstante, detalles técnicos impiden que exporte esa cantidad, se dijo.

Martínez Lima entiende que la revisión del acuerdo azucarero puede lograrse porque Estados Unidos ha mostrado flexibilidad, ya que después de discutido el tratado accedió a renegociar seis cartas de intención. “¿Por qué, entonces, no se puede renegociar el azúcar?”, preguntó Martínez Lima.

“Eso se puede hacer, pero yo creo que hubo un problema de personalidad”, estimó.

Martínez Lima dijo que el presidente Fernández “tiene presiones muy fuertes desde el exterior”, pero que si no se protege a la industria azucarera nacional los perjudicados serán 8,600 colonos del Central Romana y otros 400 de la Casa Vicini, así como entre 2,000 a 3,000 empleados que irían a la calle.

Planteó que el tratado no sería lesivo para el Central Romana, sino para los colonos y trabajadores de ese emporio “porque siempre la soga parte por lo más fino”.

“Eso se lo explicamos al Presidente, que reduciríamos nuestra producción eliminando toda la caña de los colonos”, dijo el ejecutivo del Central Romana.

El presidente Fernández fue “muy comprensivo”, dijo, y está al tanto de todo lo que está sucediendo, sobre todo de los pasos que se dieron durante “las negociaciones y con quién se coordinó todo”.

“Lo que estamos buscando es una solución salomónica y yo creo que el Presidente está pensando de la manera más correcta”, dijo.

“Consideramos que se está tratando de hacer lo mejor posible en beneficio del país y de la industria azucarera,” dijo.

Autoridades de Estados Unidos han advertido que el estblecer el impuesto a las bebidas que usan sirope de maíz estadounidense afectará el TLC y las relaciones bilaterales.

De su lado, la Asociación Dominicana de Zonas Francas Industriales advirtió que de caerse el TLC se perderían 250,000 empleos.