KABUL (AP) — Un ataque dinamitero suicida en el norte de Afganistán a comienzos de esta semana mató a 59 niños y lesionó a otros 96, dijo ayer el ministerio de Educación.

 Los niños habían efectuado una fila para saludar a un grupo de legisladores que visitaba una fábrica de azúcar en la provincia de Baghlan el martes, cuando un atacante suicida detonó sus explosivos.

En total, al menos 75 personas murieron, entre ellas varios parlamentarios.  Cincuenta y nueve niños de entre ocho y 18 años y cinco maestros se encontraban entre los muertos en el ataque, manifestó Zahoor Afghan, un portavoz del ministerio de Educación. 

El ataque fue el más letal en el país desde la caída del régimen Talibán en el 2001.

 “El ministerio de Educación ha ordenado que no se utilicen nunca más a niños en este tipo de acontecimientos”, dijo el portavoz. 

El presidente afgano Hamid Karzai declaró tres días de luto el miércoles y ordenó una investigación. Ningún grupo se ha proclamado responsable del ataque, y el Talibán negó cualquier tipo de participación.