Ginebra. EFE. UBS, el banco europeo más golpeado por la crisis financiera internacional, anunció ayer que alcanzó un acuerdo con el Banco Nacional de Suiza (BNS) para transferir 60.000 millones de dólares de activos sin liquidez de su balance a un fondo separado gestionado por la entidad estatal.
Este fondo será financiado con 6.000 millones de dólares que colocará UBS y por un préstamo por 54.000 millones de dólares del BNS.
Asimismo, UBS recibirá una inyección de capital de 6.000 millones de francos (unos 3.700 millones de euros) de la Confederación Helvética a cambio de un préstamo de conversión obligatoria.
Una vez hecha la conversión, la Confederación Helvética tendrá el 9,3 por ciento del capital del banco.
UBS indicó en un comunicado que esta transacción le permite limitar sus potenciales pérdidas futuras ligadas a los créditos tóxicos procedentes de EEUU, asegurar su financiación a largo plazo y disminuir los activos ponderados en función del riesgo.
En suma, reducir fuertemente el riesgo y el balance, explicó la entidad, que señaló que esta operación reduce de manera significativa la incertidumbre actual para los accionistas y clientes del banco suizo.
El acuerdo, según el banco, contribuye a la estabilidad del sistema financiero al asegurar una venta regular de los activos en cuestión.
La actitud de reserva que había mantenido el Gobierno helvético sobre el impacto de la crisis financiera en los bancos suizos ha sido criticada dada la importancia de la plaza financiera suiza.
La clave
Medida de emergencia
Suiza se vio obligada a adoptar medidas de emergencia para fortalecer su sistema bancario, desembolsando casi 60.000 millones de dólares en su principal banco, UBS, uno de los mayores perdedores de la crisis de los créditos hipotecarios de riesgo en Estados Unidos («subprime»).
Esta transacción permite a UBS limitar sus potenciales pérdidas futuras ligadas a los créditos tóxicos procedentes de EEUU.