Suma perniciosa

Suma perniciosa

Desde hace mucho tiempo a este país lo aquejan males para los cuales no acaba de encontrar remedio.

El de la energía eléctrica es uno de los más graves porque obstaculiza la marcha del desarrollo.

Teniendo, como tenemos, suficiente capacidad instalada, no hay manera de que la demanda quede satisfecha a plenitud.

Tampoco ha habido manera de eliminar los robos de energía, que son una de las patologías del sistema.

Y no ha sido posible unificar todo el sistema de manera que la disponibilidad de energía pueda ser distribuida equitativamente.

Ni siquiera la capitalización de las empresas energéticas del Estado por parte del sector privado ha podido sacarnos de la crisis.

-II-

Otro problema ancestral es el desorden en el tránsito, que cada día empeora.

El Estado ha formado decenas de organismos para tratar de organizar el tránsito, pero los resultados no han sido satisfactorios.

Corporación del Transporte Colectivo (CTC), Oficina Nacional del Transporte Terrestre (ONATRATE), Oficina Técnica del Transporte Terrestre (OTTT), Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) y Oficina para el Reordenamiento del Tránsito (OPRET) son algunos de los nombres de entidades creadas para enfrentar este problema, sin que tengamos resultados positivos.

El caos en el transporte sigue invariable y no se vislumbra una solución.

-III-

El de la seguridad social es otro problema de antaño, que no hemos resuelto ni siquiera creando leyes especiales.

Los últimos instrumentos jurídicos diseñados para dotar al país de un régimen de seguridad social son manipulados al modo y manera de los intereses grupales.

El fondo del sistema de pensiones mantiene activos los apetitos de sectores que aspiran a poder beneficiarse de estos dineros. Por suerte se les ha impedido.

Existe una costosa burocracia para manejar las reivindicaciones sociales que deben ser aplicadas como parte de la seguridad social, pero no pasa de ser burocracia que no ha sido capaz de imponer la ley sobre la materia.

-IV-

Y se está haciendo más grave cada vez el problema de la inseguridad ciudadana debido al repunte de una criminalidad que no tiene contemplaciones.

Cada vez es más frecuente que autoridades que deben combatir el crimen aparezcan como parte de bandas de delincuentes.

Lo que ha estado ocurriendo en Bonao es una muestra del agravamiento de la falta de seguridad ciudadana. Allí miembros de la Policía, que deberían proteger al ciudadano, están prófugos y son desertores, implicados en asesinatos y otros crímenes.

Lo peor del caso es que sumamos más problemas que los que resolvemos. ¿Hasta cuándo soportará la sociedad?

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