Hoy 
CHRISTCHURCH, Nueva Zelanda
AFP. El balance por el temblor aumentó a 75 muertos y 300 desaparecidos, según el alcalde de Christchurch Bob Parker, mientras las autoridades de Nueva Zelanda declararon el estado de emergencia y se anunció que fueron encontrados 15 sobrevivientes en un edificio. «Hemos identificado 55 cuerpos en nuestra morgue, sabemos de otros 20 muertos que deben ser recuperados e identificados», añadió Parker a la prensa. «Hay 300 personas que están en la lista de desaparecidos», agregó.
Rescatistas están tratando de llegar a un lugar donde hay 15 sobrevivientes atrapados en un edificio de oficinas de seis pisos que se derrumbó por el temblor, afirmó un funcionario. «Creemos que hay 15 personas en ese lugar», dijo Ross Ditmer, comandante de bomberos de Nueva Zelanda. Por su parte, el Primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, declaró el estado de emergencia nacional este miércoles. «El gabinete acordó declarar el estado de emergencia nacional», dijo.
Se reportaron por lo menos 100 desaparecidos, presumiblemente enterrados. Cuadrillas con reflectores y topadoras trabajaban en la madrugada del miércoles, removiendo toneladas de concreto, metal retorcido y ladrillos.
Socorristas médicos transportaban a los heridos a un centro de emergencias instalado en un parque de Christchurch mientras unidades militares patrullaban las calles casi desiertas entre las grietas y cañones abiertos por el terremoto de magnitud 6.3 del martes, el segundo en cinco meses. La torre de la conocida catedral de la ciudad cayó a una plaza céntrica, edificios de muchos pisos se derrumbaron y dejaron las calles llenas de ladrillos y trozos de concreto. El temblor rompió un enorme trozo de hielo de un glaciar 200 kilómetros (120 millas) al este de Christchurch, donde se produjeron los mayores daños. Había más de 100 personas, entre ellos una decena de estudiantes japoneses, bajo los escombros.
La cifra
100 Desaparecidos. Se reportaron por lo menos 100 desaparecidos, presumiblemente enterrados. Cuadrillas con reflectores y topadoras trabajaban en la madrugada del miércoles, removiendo toneladas de concreto.
