Washington. EFE. Autoridades estatales y federales de EE.UU. investigaban ayer qué llevó a un avión a precipitarse sobre una grada de espectadores en un espectáculo aéreo en Reno (Nevada), mientras la cifra de muertos en el suceso se elevaba a nueve. Cientos de personas se agolpaban en las tribunas del Campeonato de Carreras Aéreas de Reno, una cita anual para amantes de la aviación y las piruetas aéreas, cuando el avión de combate Mustang P-51 de la Segunda Guerra Mundial sorprendió a todos los presentes con una violenta maniobra de elevación.
Lo que sucedió fue una inevitable y brusca caída, que mató a siete personas en el momento y dejó a decenas de otras heridas, según confirmó ayer en una conferencia de prensa el subjefe de Policía de Reno, Dave Evans. El piloto del artefacto, Jimmy Leward, falleció al instante junto a seis de los espectadores que se encontraban en las gradas, y otras dos personas murieron en el hospital.