“Reformistas de corazón”, como reza nuestro himno, se han apresurado a rechazar procederes contra las responsabilidades del PRSC en la próxima contienda provenientes de sus propias entrañas; evidenciados mediante componendas aposentadas en apoyo a otros intereses partidarios.

No podía ser de otra manera después de celebrar un exitosísimo Congreso en el que se tomaron decisiones como las de concurrir con candidato propio a las elecciones, escogerlo a más tardar el primero de septiembre y luego de la reorganización del partido.

Y después de haber implementado una ofensiva publicitaria mediante la campaña SUMATE acompañada de propuestas semanales conducentes a estructurar una oferta electoral de relevo al actual gobierno para así relanzar nuestra nación sumida en  graves problemas.

Nadie puede ocultar los males que nos aquejan: déficits fiscales y desequilibrios comerciales, endeudamientos cercenadores de nuestra soberanía y consumidores de aportaciones de contribuyentes,  insuficiencia productiva, encarecimiento de precios  y desempleo; insatisfacción de servicios públicos, degradación educativa e insalubridad, inseguridad e indefensión ciudadana,  tolerancia y falta de sanciones a la corrupción, inseguridad social en cotizantes de pensiones y servicios médicos, tarifas energéticas encubridoras de ineficiencias y privilegios, fomento de dependencia estatal mediante subsidios, desorden territorial y depredación ambiental, penetración demográfica y cultural degradante de nuestros valores.

No tendría sentido alguno sumarse al PRSC para mantener las políticas públicas que han creado o agravado el cuadro precedentemente dibujado; encontrándose justificada solo encarnando rol de relevo a un gobierno que no compite en la próxima contienda. Relevo armonioso, habida cuenta las relaciones entre dirigentes reformistas con el gobierno.

Así se diferenciarán las líneas partidarias en la próxima contienda.

El PLD representará el continuismo por la cantidad de pactos que está gestionando, algunos con signos de desesperación en ignorancia de sinergias restantes de sufragantes ante aparentes sumatorias de dirigentes; mientras el PRD encarnará el cambio radical, por su línea política y fortaleza testimoniada en el encabezamiento sostenido de todas las encuestas.

El relevo para el relanzamiento que encarnaría el PRSC carecería de competencia puesto que ningún grupo político tiene las credenciales para   implementar lo que se requiere para ello: austeridad, disciplina fiscal, excedentes financieros para poder invertir sin endeudamientos en infraestructura de producción y satisfacción de necesidades sociales, directamente, o mediante la generación de puestos de trabajo; así como fomentar la producción mediante otros incentivos como los fiscales.

Eso es, además, lo que están  reclamando las instancias responsables de nuestra sociedad, permitiéndonos sintonizar con los electores.

Por ello la campaña SUMATE: Para relevar al gobierno, no para reafirmar su sustentación partidaria. Para relanzar la nación, no para ahondarla en sus padecimientos actuales.