¡Superar las grandes ausencias!

¡Superar las grandes ausencias!

FIDELIO DESPRADEL
El gran ausente en el debate alrededor de los problemas más candentes que agobian la nación, son, precisamente, los sectores populares, las clases medias y la gran mayoría de los productores nacionales, que no se sienten expresados en la llamada «mesa del diálogo» ni en ninguna de las iniciativas que hoy se están poniendo en movimiento en esta convulsa República Dominicana.

Los sectores de zonas francas y el Conep, capitaneados por la señora Viyella, «consensuaron» un proyecto a la medida de los sectores hegemónicos del Bloque de Poder, dejando fuera posiciones, ya aceptadas, del sector turístico, e incluyendo, en nueva lista del ITEBIS, insumos y maquinarias del sector agropecuario y muchos renglones de la canasta familiar. A nombre del consenso: ¡a joder a las grandes mayorías!

Y mientras tanto, las únicas respuestas que tienen estas personas y quienes le sirven desde distintos escritorios y micrófonos es la protesta de ASONAHORES y el grito al cielo de la Junta Agroempresarial, que parece que está dispuesta a apretarse el cinturón y evitar el golpe artero que le han estado cociendo en los salones de la universidad del gran componedor.

Esta es tan sólo una forma jocosa para plantear que los sectores que han dominado la economía del país en los últimos cuarenta años quieren, nueva vez, cargarle la crisis sobre los hombros de las grandes mayorías, y del grueso del sector productivo (no sólo agropecuario) mientras ellos garantizan que, ni por asomo, la nueva reforma tributaria se elaborará sobre la base de: ¡quien más gana, que más pague!, para lo cual, se requiere, primero: quitarle la carga al aparato productivo verdaderamente nacional, tanto el que suple el mercado interno como el que exporta, segundo: darle facilidades institucionales a ese aparato para que pueda desarrollarse y eficientizarse, y tercero: cargar el grueso de los impuestos a las ganancias de todo tipo, sobre la base del principio de: ¡Quien más gane, que más pague!

Los sectores populares y la mayoría de las clases medias y productores nacionales somos los grandes ausentes en esta discusión, donde se debate si la actual crisis se va a cargar, nueva vez, sobre los hombros de las grandes mayorías y del aparato productivo, o si, esta vez, aunque sea la primera, estos sectores obligarán a que los escuchen y que las cosas se resuelvan a favor de las grandes mayorías y el aparato productivo nacional.

Sobre los hombros de las fuerzas y personas progresistas de nuestra sociedad, recae la responsabilidad de movilizar a los que hoy no tienen ni voz ni acción en medio de este gran debate.

Hasta ahora, hemos estado actuando «desde arriba» y «desde fuera», como bien afirma, críticamente, el viejo revolucionario y dirigente sindical, Francisco Santos. O sea, por mas que nos preocupan y por más al día que estemos sobre esos grandes problemas, no logramos, ni por asomo, desatar la participación activa de los sectores mas afectados, que son la mayoría. Pero resulta que este es nuestro primer deber, como revolucionario que somos.

El TLC, la reforma fiscal y la inseguridad ciudadana son hoy, junto con el llamado «problema dominico-haitiano, los problemas mas sentidos por la población, y están en el centro del debate. Su discusión envuelve otros aspectos de igual envergadura: la cuestión del estimulo a la producción nacional y la creación de fuentes de trabajo, lo relacionado a la estructura de los impuestos y la forma como estos van a ser devueltos a la sociedad, la cuestión de la juventud, que esta en el centro de los problemas de los barrios populares, la necesidad de que la gente sencilla vuelva a adueñarse de las calles.

El momento no puede ser más oportuno para impulsar una iniciativa que nos permita abrirle las puertas a los diversos segmentos de los sectores populares para que entiendan lo que está en juego, para que den un salto en el conocimiento de un problema que los atañe directamente, y con ese conocimiento y conciencia, dar un paso adelante, en la movilización, en la organización y en el levantamiento de banderas de lucha bien definidas sobre estos problemas.

Si consideramos que son demasiados problemas juntos, empecemos pues por el que está «más caliente». Las últimas encuestas nos dicen lo que sienten las grandes mayorías nacionales. El 62% «siente» que la situación económica está mala o muy mala, que la inflación es uno de los grandes problemas y que ahora están más mal que antes. ¡Es claro que la discusión de la reforma fiscal tiene relación directa con este sentir de una gran mayoría! Podemos apoyarnos en ese «sentimiento». Podemos construir propuestas desde el movimiento popular y de las clases medias. Podemos alentar el apoyo militante a los productores nacionales, en base a poner la creación de fuentes de trabajo y la soberanía alimentaria y productiva como problema central.

En fin: tenemos un mundo por delante. Vamos a dejar atrás la modorra y el acomodamiento. Vamos a ponernos de acuerdo para acompañar a los sectores populares y los productores en esta hora tan difícil y crucial.

fideliodespradel@hotmail.com

Publicaciones Relacionadas