El puerto fronterizo de Pedernales contabilizó, en los primeros ocho meses de este año (enero- agosto), un valor de exportación de bienes por US$14.80 millones, equivalente a un superávit del mismo monto a raíz de ausencia de transacciones de importación, de acuerdo con datos de la Dirección General de Aduanas (DGA).
Este importe exportado se clasificó, como de costumbre, en tres regímenes de clasificación: nacional (US$9.55 millones o 64.5%), zonas francas industriales (US$5.23 millones o 35.3%) y admisión temporal (US$0.02 millones o 0.20%). Se determinó que la suma de dicho valor representó relativamente de forma sucesiva el 2.20% y 0.18% de los montantes exportados dominicanos tanto a la nación haitiana (US$673 millones) como a la restante economía internacional (US$8,138 millones). Así se hace constar en el estudio «Superavit comercial de bienes de RD-Pedernales con Haití, entre enero y agosto de 2023», de la autoría del investigador Luis Humberto Vargas, publicado en el Monitor Estadístico Haitiano -MEH, a través de la Unidad de Estudios de Haití (UEH), del Centro de Estudios Económicos y Sociales Padre José Luis Alemán, S.J. de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
Puede leer: Haitianos compran comida por Elías Piña y nada de materiales de construcción
El documento indica que las exportaciones de mercaderías dominicanas por las aduanas de Pedernales ocuparon el cuarto lugar en importancia, según el rango de mayor a menor en números absolutos (US$14.8 millones), tras los liderazgos del primero, Elías Piña con US$321 millones, el segundo, Dajabón con 219 millones, y el tercero, Jimaní con US$66 millones.
El comercio de principales partidas de bienes de República Dominicana con Haití, desde enero hasta agosto de 2023 fueron algodón, prendas de vestir, plástico y manufacturas, trigo, almidón, cemento, cal, cereales, harina, grasas y aceites, fundición hiero, acero, papel, cartón, alimentos, jabones, productos de limpieza, bebidas, alcoholes, manufacturas, hierro, acero y combustibles minerales.
Entre las cinco más importantes partidas de bienes exportadas por los cinco puertos fronterizos dominicanos a la República de Haití, el de Pedernales sólo participó en tres, con excepción del algodón y las piezas de vestir de punto, con una gravitación de apenas US$6.58 millones, igual al 0.98% de las exportaciones domínico-haitianas (US$673 millones).
Los valores absolutos y relativos -con relación a las ventas domínico-haitianas globales- dieron cuenta a su vez del trigo, almidón y otros similares (US$3.84 millones o 0.57%), cemento, cal y yeso (US$1.64 millones o 0.24%) y plástico y sus manufacturas (US$1.10 millones o 0.16%).
En realidad -señala- la investigación las exportaciones pedernalenses a Haití se concentran en rubros alimentarios, minerales metálicos y no metálicos y envases plásticos diversos orientados en gran medida al mercado de consumo de este país. El peculiar excedente devengado por el puerto de Pedernales, resultante exclusivamente del valor exportado a causa del nulo importado, escaló a US$14.80 millones en los ocho primeros meses de 2023, equivalente a una ponderación de 2.24% del jugoso superávit registrado en el comercio domínico-haitiano (US$662 millones), así como una minúscula contracción de 0.13% del astronómico déficit de República Dominicana con los restantes países del mundo (US$11,183 millones).
Cierre frontera
En septiembre de 2023, el Gobierno dominicano decretó el cierre terrestre, aéreo y marítimo de la frontera domínico-haitiana, luego de la decisión unilateral del Gobierno de facto haitiano, apoyado por agrupaciones privadas y élites oligárquicas, de continuar la construcción iniciada en 2018 de un canal destinado al uso exclusivo de las aguas superficiales del río Dajabón, en violación del artículo 10 del Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje, firmado por los Estados de ambos países el 20 de febrero de 1929.
Tal medida implicó la suspensión de las operaciones de los mercados” binacionales” y las aduanas fronterizas, la prohibición de entrada de innumerables inmigrantes documentados por no otorgación de visas y la expulsión de miles de migrantes indocumentados desde territorio dominicano hacia el haitiano, cuyas consecuencias surtieron efectos de inmediato: entorpecimiento del flujo de trabadores empleados, sobre todo, en agricultura y la construcción nacionales, desestabilización de actividades productivas, empresarias y laborales locales, disminución de las transacciones de exportaciones e importaciones de mercancías agrarias, agroindustriales y manufactureras y acentuación de las contradicciones en las relaciones entre Haití y República Dominicana.
Flexibilizar
Posteriormente, el Gobierno del presidente Luis Abinader flexibilizó su postura en vista a brindar un espacio a la concertación. Por su lado, las autoridades haitianas respondieron con una profundización de su posición de proseguir la edificación ilegal del canal, a la misma vez que no han cesado de bloquear portones fronterizos a compradores y vendedores haitianos, diligenciar un proceso de sustitución del mercado dominicano por los mercados mexicano y centroamericano y otros países y aceptar la mediación de la OEA como instancia de negociación.