Superequipos: una fórmula poco rentable en la NBA de hoy

Superequipos: una fórmula poco rentable en la NBA de hoy

Phoenix Suns volvió a fallar

Cuando un equipo que tiene a Devin Booker, Chris Paul y Deandre Ayton, se le presenta la oportunidad de añadir a una superestrella como Kevin Durant, automáticamente pasan a ser el favorito a ganarlo todo, y no es para menos, ese puede ser sin dudas el mejor quinteto abridor en toda la NBA, sin embargo, superequipos como ese de Phoenix suelen tener debilidades que a la postre pesan más que las fortalezas.

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Kevin Durant

La idea de tener a dos de los mejores jugadores ofensivos de la liga, con uno de los mejores armadores y un centro estrella es muy tentativa, pero al igual que en los supermercados, hay un precio a pagar escondido en la oferta.

Tres superestrellas en un equipo, y más cuando una de ellas llegó vía traspaso, suele significar poca profundidad, puesto que en la mayor de las veces los conjuntos dan mucho material a cambio de uno de esos excelentes jugadores. Cuando Phoenix intercambió por Durant, aparte de ofrecer cuatro elecciones de primera ronda del draft, dieron a un jugador que nunca se había perdido un partido en la NBA, Mikal Bridges, y a otros como Jae Crowder y Cam Johnson, el primero con buenas actitudes defensivas, y el otro un anotador copioso desde la banca.

Por no tener profundidad, los equipos se convierten en dependientes al extremo de sus superestrellas, y cuando llega el momento de enfrentar a equipos sólidos en playoffs, tienen que sobrecargarse de minutos, y eventualmente llagan cansados al último cuarto, y ahí pierden en el partido. Además, de que dependen también de que sus jugadores se mantengan 100 por ciento saludables, debido precisamente a que no tienen talentos para sustituir que puedan rendir a un buen nivel.

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Devin Booker y Kevin Durant se combinaron en la mayoría de los juegos de los playoffs para más de 65 puntos, sin embargo, también jugaban más de 40 minutos en cada partido, lo que evidentemente pasó factura en algunos encuentros que terminaron en derrotas.

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Kevin Durant y Devin Booker

¿Cuál sería la fórmula ganadora en la NBA actual?

Evidentemente, ningún equipo en la NBA actual podría ganar el campeonato teniendo una sola estrella en su plantel, el último equipo en lograr eso fue Dallas Mavericks en 2011, quienes fueron cargados por una inigualable postemporada de Dirk Nowitzki, sin embargo, desde ese año hasta la fecha, todos los equipos han tenido al menos dos estrellas.

Pero, ¿Está mal tener tres estrellas? Obviamente no, ya que incluso no es el hecho de tener tres estrellas las que provocan el fracaso. Sin embargo, si estas no son rodeadas con buenos jugadores de rol, ahí sí estarían en problemas.

Un ejemplo es el equipo de Golden State en la era Kevin Durant, no eran dos ni tres, sino cuatro, las estrellas que había en ese equipo. Sin embargo, en la banca tenían jugadores como Andre Iguodala, Shaun Livingston, Kevon Looney, Javale MgGee, Ian Clark, Quin Cook, David West, entre otros, que aunque no ponían números espectaculares, cada uno aportaba de forma gigante en su rol, por eso ganaron dos campeonatos en tres años.

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Lo que se ve funcionando en la NBA de hoy es: tener dos estrellas, y rodearlos con jugadores que puedan aportar. Denver tiene a Nikola Jokic y Jamal Murray como sus máximas figuras, pero cuentan con Aaron Gordon, Michael Porter, Kentavious Caldwell-Pope y Bruce Brown. Los Lakers tiene a su dúo espectacular con LeBron James y Anthony Davis, pero también jugadores como D’angelo Russell, Austin Reaves, Dennis Schröder, Rui Hachimura y Jared Vanderblit. Los Celtics tienen a Jayson Tatum y Jaylen Brown en la cabeza, pero cuentan con Marcu Smart, el dominicano Al Horford, Malcolm Brogdom, Derrick White y Grant Williams. Y ni hablar de Golden State.

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