Supermercados de la capital estuvieron repletos    

Supermercados de la capital estuvieron repletos    

POR ELVIS LIMA
Cientos de personas abarrotaron ayer los principales supermercados del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo para abastecerse   de alimentos ante el paso por el país del huracán Dean.

Al caer la tarde, y a medida que la población se fue enterando del curso de la perturbación atmosférica en esa misma proporción fue aumentando el flujo de compradores en los Supermercados Nacional, Carrefour, Plaza Lama y el Bravo de la autopista de San Isidro.

Los productos de mayor demanda eran los enlatados, huevos, víveres, cereales, embutidos, y los  lácteos que por su característica no ameritan de prolongada refrigeración.

“Nosotros somos una familia de cinco miembros y solo salí a comprar lo necesario, porque la experiencia me dice que debe ser así” reveló una ama de casa que rehuso identificarse. Otros por el contrario, revelaron que desconocían cual era la situación del fenómeno con relación al país, por lo que decidieron comprar mucho, y de todo. “Pa que falte que sobre”, vociferó  un señor que se encontraba en un cajero expreso del Nacional de la avenida 27 de febrero.

 Aunque en la mayoría de los   casos las filas no eran prolongadas, en las cajas, la gente lucía apresurosa. Solo se hablaba del huracán y los posibles daños que pudiera dejar al país.

 PIDE MANTENER LA CALMA

El psiquiatra Secundido Palacios exhortó a la población a mantener la calma, y evitar las compras excesivas e innecesarias, porque en la mayoría de los casos crea un ambiente de estres  en la persona.

Considero que cuando hay amenaza de fenómenos de este tipo mucha gente entra en pánico, por lo que decide hacer compras que a ultima hora no son de rigor.

“ No debemos dejarnos atrapar del pánico, no actuar desesperadamente, y salir furioso hacia los supermercados, sino que primero hay que seguir las orientaciones de las autoridades oficiales”, sugirió Palacios.

Durante una intervención en la emisora Z01, Palacios indicó que un pueblo desinformado puede ser víctima de la especulación y de acciones que llevan a la gente a la inseguridad.

“Los dos extremos son malos. Una cosa es estar atento, y otra es hacerse el desentendido. Este  último   caso es condenable, porque sería una irresponsabilidad”, agregó Palacios.En tanto, un ambiente de relativa calma se observaba al caer la tarde en los principales barrios capitalinos.

 En sectores como Las Palmas, Buenos Aires de Herrera, Cristo Rey, Villa Juana y Villas Agrícolas la mayoría de la gente realizaba sus labores  habituales.

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