San Cristóbal. El supervisor de Prisiones investigado por supuestamente introducir bebidas y drogas a la cárcel de Najayo dijo ayer que el bulto que le atribuyen fue encontrado en manos de un recluso y no en las suyas, como se ha dicho.
José Radhamés de León emitió esas breves declaraciones previo a la audiencia en que se conocería la medida de coerción en su contra y posterior a la cual tuvo un desmayo que obligó a su traslado al hospital Juan Pablo Pina.
La vista fue aplazada debido a que el abogado de De León, Tomás Castro Monegro, recusó al juez Nelson Cuevas Ruiz por entender que está parcializado con el Ministerio Público.
Explicó que solicitó al magistrado que citara a los policías que participaron en la revisión del vehículo de su defendido y se negó. Todo lo que le planteamos nos lo rechazaba y no nos quedó más que recusarlo y esperaremos que la Corte se pronuncie, expresó Castro al salir de la audiencia.
La Corte de Apelación determinará si el juez Cuevas sigue en el caso o no.
¿En venganza? Castro dijo que con mencionar a De León las autoridades tratan de resolver dos cosas que, según entiende, son el asesinato de José Luis Montás (El Duro) y por otro lado una supuesta venganza de sectores policiales disgustados porque, dijo, fue su defendido quien rindió el informe sobre la fiesta con bebidas que celebraron los acusados del caso Figueroa Agosto en diciembre pasado con champagne y whisky.
Explicó que esos grupos que lo quieren dañar eran los que tenían negocios de drogas y bebidas en el penal de Najayo.
Lógicamente encontraron la irresponsabilidad del procurador general y del director general de prisiones Pérez Sánchez y Radhamés Jiménez que lo conocen, porque ambos fueron compañeros de estudios, de José Radhamés de León al igual que yo y saben claramente que José Radhamés de León es más serio que ellos dos, enfatizó el abogado.
Sufre desmayo. Concluida la audiencia el supervisor de Prisiones fue sacado del Palacio de Justicia y trasladado caminando hacia la comandancia policial.
Para evitar que la prensa tuviera imágenes de De León sus abogados y familiares le cubrieron la cabeza con hojas de periódico mientras caminaban a prisa con el hombre esposado.
Antes que lo ingresaran a la celda, De León cayó desmayado y fue montado en la parte trasera de una camioneta que lo llevó al hospital Juan Pablo Pina donde fue estabilizado y regresado a prisión.
Atropello a prensa. En el desorden que se formó cuando trasladaron a De León hasta la Policía uno de los agentes que estaba en la entrada del cuartel amenazó a esta redactora con romperle su arma en la cabeza si no se movía de la parte frontal del edificio.
El mismo policía trató de impedir la entrada de la reportera Awilda González al edificio y un familiar del imputado golpeó a un camarógrafo de Teleantillas.