A penas puede mantenerse en pie y parece muy débil. Raz Peri, de 23 años, resultó herido cuando se dirigía al festival de música cerca de la frontera con Gaza el 7 de octubre. Hacia las 6 de la mañana, cuando hombres de Hamás irrumpieron en el festival de música, halló con otras personas un refugio. Al mismo tiempo, una andanada de misiles marcó el inicio de la Operación Inundación de Al-Aqsa, meticulosamente preparada por el movimiento islamista palestino Hamás.

Más de un mes después de este trauma, sus recuerdos son un poco confusos. Pero dice que se defendió y consiguió escapar. Todavía lleva las cicatrices de la violencia. «Me dispararon en el estómago, hubo disparos a mis espaldas y tengo fragmentos de granada en la pierna. Cuando salí a pedir ayuda, lo que ocurrió después en el refugio fue que dispararon RPG y la gente que estaba dentro murió. Yo sobreviví, soy el único superviviente», dice.

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«Estoy seguro de que me pondré bien”

El joven se muestra muy combativo a pesar de lo que vivió el 7 de octubre, ya que también tiene cáncer, según nos cuenta. «Tengo cáncer. ¿Por qué fui a este festival? Para sentirme bien. Rezo todos los días para poder volver a bailar, ese es mi sueño. Mis sueños son para el futuro. Lo que deseo se hará realidad», confiesa el joven. Y añade: «Estoy seguro de que se hará realidad».

Raz Peri aún quiere creer en los valores positivos que transmite el festival de música. 260 personas murieron en el festival Tribe of Nova, cita obligada de la vibrante comunidad tecno de Israel, que atrajo a más de 3.000 personas los días 6 y 7 de octubre. Casi una de cada diez personas nunca volvió… En total, casi 1.200 personas murieron el 7 de octubre en Israel.