Supervivientes no olvidan gritos de los moribundos

Supervivientes no olvidan gritos de los moribundos

POR ALTAGRACIA ORTIZ GOMEZ
Para Ismael de los Santos, José Silverio, Julito Encarnación y Garys Michel, cuatro pacientes que se recuperan en la sala 2-H-4 del hospital Luis Eduardo Aybar, luego de la tragedia de la cárcel pública de Higüey, será muy difícil poder olvidar los gritos de desesperación de sus compañeros de celda, cuando pedían que no los dejaran morir.

Julito Encarnación, de Los Alcarrizos, estaba durmiendo cuando comenzó a escuchar los gritos de sus compañeros. Recuerda haber visto a algunos de sus compañeros ardiendo, otros caían desmayados y quedaban carbonizados.

«Eso es algo horrible que nunca podré olvidar, pensé en Dios, pensé en mi familia, en mis hijos», sostuvo.

Para Encarnación, la justicia, los jueces y los que le dan tiempo a los expedientes de los presos son los responsables principales de la tragedia de la cárcel pública de Higuey.

Reitera que es inocente y que mucha gente presa injustamente perdió la vida

Silverio, de 39 años de edad, es también de la comunidad de Los Alcarrizos, pero trabajaba en Bávaro, en donde fue acusado de complicidad en un robo. No ha sido condenado a pesar de que lleva más de ocho meses preso en la cárcel de Higuey.

La misma situación confiesa Manolo Fabian, de 39 años de edad y quien ayer presentaba problemas de respiración. Luce tímido, es de poco hablar, pero cierra los ojos cuando se le pregunta por lo que recuerda del fuego que la mañana del domingo seis de marzo, devoró pabellones importantes de la cárcel pública de Higuey.

Con una lesión inhalatoria y en el ojo, se rehusa a recordar la tragedia. «Aquello fue terrible», se limita a contestar.

Ismael de los Santos es de Higuey, tiene 18 años de edad. Asegura que recibe buen trato en el hospital, pero define como una pesadilla, los gritos de desesperación que escuchaba en la cárcel, cuando ardía y sus compañeros se quemaban.

También Garys Michel de 28 años de edad y oriundo de Higuey, narró en forma breve que la tragedia ha sido la peor pesadilla de su vida.

ASISTENCIA PSICOLOGICA

La situación de trauma en que están los pacientes presidiarios que sobrevivieron al fuego que dejó 134 muertos en la cárcel de Higuey es tal, que los médicos han recomendado darles asistencia psicológica.

El recuerdo de sus compañeros ardiendo en llamas, los gritos y la prisión convertida en un verdadero infierno, no permite que los presos que están en los hospitales descansen debidamente.

En la sala de los hospitales están esposados y una orden de la Dirección General de Prisiones y la Procuraduría, impide que puedan tener acceso a visita y a la prensa.

LOS MEDICOS

Cinco de los seis pacientes que están ingresados en el hospital Luis Eduardo Aybar, están en franca mejoría, según informó ayer el doctor César Jesurún, director de ese centro de asistencia.

En el día de ayer murió en la Unidad de Quemados Wilkin Rodríguez, el paciente remitido de Higuey y que tenía un 42 por ciento de su cuerpo quemado. Sin embargo, Camilo Marte, el otro paciente que fue ingresado en esa unidad estaba en condiciones estable. Su estabilidad clínica está en franca mejoría, aunque todavía preserva el ventilador mecánico.

La información en torno a los pacientes de la Unidad de Quemados Pearl Ort, fue suministrada mediante nota de prensa por el director, doctor Carlos de Los Santos.

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