Y lo que supongo es porque quiero suponer que la facturación por el servicio de electricidad llegará sensiblemente reducida. Supongamos, siempre sobre la base de una suposición, que el vendedor de naranjas le pide cincuenta pesos por una docena. Supongo que usted entiende que una docena es mucha naranja para su casa, y pide media docena. Y siempre en el terreno de las suposiciones, el vendedor le cobra la mitad de lo que le ha servido, es decir, veinticinco pesos. Supongo que lo mismo ocurre con el servicio de energía eléctrica.

Supongo que cuantos laboran en las distribuidoras de electricidad saben –por lo menos esta información la conoce todo el país- que ellos están dando una tercera parte del servicio. Como mucho. Porque en algunos sectores ese suministro, ni en forma constante ni esporádica, ha llegado a cuatro horas. Supongo por consiguiente, que atentas a cobrar lo que han servido, las distribuidoras facturarán la tercera o la cuarta parte de lo que cobran cuando brindan mejor servicio.

Supongamos dentro de la suponedera de estas suposiciones, que las distribuidoras olviden que el mostrenco servicio ha incumplido los contratos suscritos con los clientes. Entonces hemos de suponer que entrará en acción la oficina de Protección al Consumidor. El que esta famosa oficina entre a la contienda supone conforme podemos suponer, que se cobrará a los usuarios del servicio una suma cercana al consumo. Pero esta es una simple suposición, pues no siempre se encuentran defensores del consumidor, conforme supongo que han observado quienes la han necesitado.

Supongo que si aquellos que están supuestos a defender al consumidor de energía de este modo actuasen, las presiones sobre el gobierno tomarían otro camino. Porque supongo como hemos de suponer que generadores y distribuidores se dirían mientras más apaguemos, menos cobramos. Mejor es ir a sentarnos al antedespacho porque supongo que con una visita diaria podemos cobrar el subsidio. Bien puede suponerse que con la entrega del subsidio podría decírseles que cumplan el contrato de cesión del sistema de distribución. Supongo que preguntarían que cómo pueden cumplirlo. Y supongo que les dirían que cobrándoles a los consumidores que no pagan.

Y supongo mientras haya posibilidades de suponer, que les brindarían la protección adecuada para cortar a diestra y siniestra. Y por supuesto, todo esto es mera suposición, puesto que lo que hemos de suponernos de verdad, es que con todo y los apagones, la facturación llegará igual. Y supongo también que después de distribuirse esa factura, nadie defenderá a los consumidores. Lo escrito es mera suposición que se supone hacemos de un lado al otro mientras resistimos los inacabables apagones que supongo sufrimos todos.