BOGOTA (AFP).- La detención el fin de semana de ocho soldados colombianos en un puesto fronterizo por parte del Ejército venezolano, amenaza con generar una nueva tensión entre Bogotá y Caracas, cuya relación se ha visto deteriorada desde enero por frecuentes incidentes y reclamos mutuos.
Este lunes, un alto funcionario del gobierno colombiano confirmó a la AFP la detención en la población venezolana de Guadualito de los ocho uniformados.
Según la fuente, los soldados -adscritos a la XVIII Brigada del Ejército con sede en la fronteriza ciudad de Arauca- salieron de descanso y vestidos de civil, ingresaron a territorio venezolano, como lo habían hecho en anteriores ocasiones.
Sin embargo, añadió, cuando intentaban retornar a territorio colombiano se encontraron con que el puesto de la Guardia Nacional venezolana, por el que acostumbraban pasar, había sido cambiado por unidades del Ejército de ese país que los detuvieron.
Tras el incidente, un oficial colombiano de la XVIII Brigada se trasladó el domingo hasta el puesto de control del Ejército de Venezuela para interceder por sus hombres y tratar de convencer a los oficiales venezolanos de que éstos se encontraban de turismo.
«De momento el caso está siendo tratado a nivel diplomático y existe la orden de no emitir pronunciamiento oficial por parte de ninguna autoridad militar colombiana», concluyó la fuente.
Hasta el mediodía de este lunes, el gobierno de Caracas había mantenido silencio frente al caso.
Julio Acosta, gobernador del departamento colombiano de Arauca, fronterizo con Venezuela y sede de la base militar, admitió a la radio Caracol «que los soldados se atrevieron a transitar por carreteras venezolanas sin los documentos legales».
«Pido a las autoridades venezolanas comprensión y buen trato hacia estos muchachos. Confío en su pronta liberación», añadió el gobernador que enfatizó que los uniformados se vieron obligados a usar la carretera venezolana «ante el peligro que corren en los retenes de la guerrilla» en los caminos colombianos.
Acosta recordó que hace pocos días, en el área rural del municipio de Tame, en su jurisdicción, un soldado que se desplazaba en un vehículo de servicio público fue asesinado por las FARC.
Según el diario venezolano Ultimas Noticias, los efectivos colombianos fueron detenidos el domingo en la zona del Arauca en el llanero estado de Apure y permanecen en el Teatro de Operaciones Número 1 con sede en Guadualito.
El diario agregó que otro militar colombiano fue recientemente capturado en la zona portando cédula venezolana.
Un periodista de la región dijo a la AFP en Caracas que hace una semana se divulgó un rumor sobre el ingreso de unos ocho militares colombianos del Grupo Mecanizado Maza número 5, en búsqueda de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia (FARC), pero que esa versión nunca fue confirmada.
Los dos países vivieron una crisis diplomática en enero pasado, después que se reveló que Bogotá pagó en forma subrepticia una recompensa a efectivos venezolanos por la captura en Caracas de un jefe de la guerrilla de las FARC, quien fue luego entregado en la frontera a la policía colombiana.
Luego, la compra de armamento militar por parte de Venezuela, que generó inquietud en Bogotá y Washington, y denuncias sobre constantes incursiones de militares venezolanos a territorio colombiano, se sumaron a la larga lista de incidentes entre ambas naciones que comparten una convulsionada frontera de 2.219 km.