Surge una luz en proceso judicial profesor maeño

Surge una luz en proceso judicial profesor maeño

FERNANDO RODRIGUEZ C.

Ha de esperarse que pronto termine el viacrucis de Manuel Rodríguez

Al final del extenso proceso de reenvíos, maldad, odio y vocinglería de turbas maldicientes, surge una luz de esperanza en el proceso judicial que se sigue en Mao contra el profesor universitario e historiador Manuel Rodríguez Bonilla, acusado, sin ninguna prueba, del asesinato de su esposa Yasmín Valdez de Rodríguez, el 25 de mayo del 2010 en esa ciudad noroestana.

El juez de carrera que lleva el caso, persona de reconocida solvencia moral y profesional, fijó para el próximo miércoles 2 de junio el anuncio de su decisión en torno a si procede o no la acusación en contra del acusado o si acepta el recurso de extinción del caso presentado por los abogados de la defensa.

Dentro del prolongado proceso, resulta extraño que con suficientes elementos incriminatorios para una investigación seria, los nombrados Marcos Andrés Almánzar y Jonathan Infante, quienes frecuentaban la casa vecina al hogar de la tragedia, nunca fueron apresados pese a la orden de detención dictada contra ellos por la jueza Lucía del Carmen Rodríguez para ser investigados por el crimen cometido en presencia de la hija menor de la víctima mientras el esposo llevaba al mayor a su colegio y realizaba una serie de diligencias, todas comprobadas, en la ciudad de Mao.

Tenemos la esperanza de que pronto termine el viacrucis de Rodríguez Bonilla injustamente apresado 10 años después del hecho por el entonces fiscal de Santiago José Francisco Núñez, quien se ensañó contra él al grado de retener al tribunal actuante los resultados favorables a su persona, de las investigaciones del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM) y la exfiscal de Santiago Yeni Berenice Reynoso.

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