Hoy 
GINEBRA.
Agencias.
Mientras Brasil declaró el lunes, en nombre del G20, el grupo de países exportadores de bienes agrícolas, que el último documento de la OMC sobre agricultura es «una buena base para construir», si bien los países industrializados deben algo hacer más que recortar subvenciones; Europa considera desequilibrada la propuesta.
«El documento es producto de un proceso auténticamente multilateral, transparente y ascendente», declaró el embajador brasileño ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), Clodoaldo Hugueney, en una reunión informal sobre agricultura en Ginebra.
«El aumento del precio de los alimentos provocó una creciente preocupación en los países desarrollados sobre» la capacidad de garantizar los alimentos de sus poblaciones, dijo el embajador brasileño hablando en nombre del G20.
Por este motivo, Hugueney consideró que, «en este contexto, es imperativo reducir efectivamente los niveles de subvenciones a un comercio distorsionado. Los niveles actuales del precio de los alimentos requerirán importantes reducciones de los niveles de subvenciones y el compromiso de realizar recortes efectivos».
La Ronda de Doha de la OMC para reducir las barreras comerciales mundiales fue puesta en marcha en la capital de Qatar en noviembre de 2001, con el objetivo inicial de haber logrado un acuerdo para 2004.
Sin embargo, ese fin no se ha cumplido, sobre todo por el enfrentamiento entre países desarrollados y en vías de desarrollo sobre los subsidios agrícolas y las tarifas industriales.
Los países de la UE consideran que Bruselas ofrece propuestas poco eficaces o insuficientes para paliar la actual crisis de precios y escasez de alimentos, ya sea dentro de la Política Agrícola Común (PAC) o al hablar de medidas en favor de las zonas más pobres del mundo.
Francia, Holanda, Austria y Portugal cuestionaron hoy, en ese sentido, el proyecto de la Comisión Europea (CE) para la reforma de la PAC y la idea de la comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, de destinar el dinero ahorrado de esa política a apoyar a productores de países con más carencias alimentarias.
Coyuntura para la reforma de la PAC
La reforma de la PAC va a estar marcada por la situación mundial de escasez de materias primas agrícolas y el consiguiente encarecimiento de los alimentos.
La PAC es la política que más absorbe del presupuesto comunitario, 55.800 millones de euros, con España como segundo país receptor (6.681 millones en 2006).
El proyecto de la CE para revisar la PAC incluye medidas para potenciar la oferta- la supresión de las cuotas lecheras en 2015 y entre tanto subidas graduales de esos cupos; la eliminación definitiva del barbecho obligatorio, para poner en producción más cereal, y el final de la ayuda a cultivos para biocarburantes.
En este contexto, la comisaria europea de Agricultura ha planteado la posibilidad de que los ahorros obtenidos del presupuesto de la PAC en 2008 y 2009 se destinen a microcréditos para que los productores de los países pobres puedan, por ejemplo, comprar fertilizantes o semillas.
Ese apoyo se podría canalizar a través de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y es previsible que Bruselas prepare una propuesta, en esa línea, para la próxima cumbre de líderes de la UE, en junio. El ministro de Agricultura francés, Michel Barnier, dijo que esta idea es coyuntural y añadió que en vez de la PAC es más útil dar ayuda a los países con necesidades por medio de un fondo europeo para el desarrollo»; además existen otros mecanismos más eficaces dentro de las instituciones internacionales».
