Surgen quejas en los Juegos por la falta de facilidades en las instalaciones

Surgen quejas en los Juegos por la falta de facilidades en las instalaciones

RIO DE JANEIRO (AP) _ Problemas de infraestructura en las sede y los embotellamientos de tráfico sacan de las casillas a los espectadores en los primeros dos días de competencias de los Juegos Panamericanos.   Las dificultades para adquirir comida y encontrar baños dentro de las sedes provocó el viernes una espontánea protesta de unos 100 espectadores contra la organización.

   «­Queremos comer! ­Queremos comer!», coreó el grupo en el complejo Ríocentro tras un partido de hándbol femenino entre Brasil y México.

   Todos los puestos de venta de comida estaban cerrados y los aficionados trataron de irrumpir a la adyacente zona de prensa para comprar alimentos.

   «Me parece lo más ridículo», dijo Vania Almeida, una aficionada de 21 años. «¨Cómo puede estar cerrados? No hay puestos suficientes para comenzar y los pocos que hay están todos cerrados. No se nos puede tratar así. Pagamos nuestra entrada».

   Además, los dos únicos baños en el gimnasio fueron reservados para los invitados especiales, lo que forzó a los espectadores buscar otros en zonas próxima del complejo utilizado normalmente para convenciones y ferias.   Ni siquiera los empleados de los puestos de exhibición de los patrocinadores en el Ríocentro se pudieron salvar de las incomodidades.

   «Tenemos que cambiar hora y media para conseguir comida o ir al baño», dijo Juliana Braga, empleada de la empresa electrónica Samsung, uno de los patrocinadores oficial de los Juegos.

   «Estamos trabajado para solucionar el problema», dijo Marcelo Fefer, el encargado del centro de prensa de Ríocentro.

   Problemas similares acaecieron el jueves en el recién construido estadio Joao Havelange, cuyo costo habría superado los 211 millones de dólares.

   Aunque apenas 5.000 aficionados acudieron a los partidos del fútbol femenino en el estadio con capacidad para 45.000, los mismos tuvieron que lidiar primeros con los embotellamientos de tráfico y luego demorar dos horas haciendo cola para comprar una entrada.   Los puestos de venta de comida abrieron después del inicio de los partidos, mientras que los anaqueles de las tiendas con productos oficiales estaban vacíos.

   La ceremonia de inauguración estaba prevista para la tarde del viernes, pero los torneos de fútbol y hándbol femenino arrancaron con antelación.

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