Sus pisadas pueden desaparecer

Sus pisadas pueden desaparecer

POR DRA. NALINI CAMPILLO
Los días de descanso nos ayudan a reflexionar sobre lo que nos rodea: el sol, el mar, la arena… Las personas caminan por  la playa y dejan sus pisadas marcadas en la arena, las olas borran en un instante estas huellas.  Si nos detenemos en la orilla, observaremos que cada huella es una pisada distinta.

El pie es una estructura compleja y maravillosa. Es la unión perfecta de 28 huesos, incluyendo los dos sesamoideos, 40 articulaciones, 19 músculos intrínsecos y 12 músculos extrínsecos. Estos músculos son los responsables de que podamos caminar y permiten desde el movimiento de las piernas, hasta una locomoción efectiva de nuestros pies.

El ciclo de nuestros pasos es el siguiente: el pie se eleva, el talón se apoya y hace contacto con el suelo; la parte media del pie se adapta completamente a la superficie; se flexionan los dedos y el talón nuevamente se levanta. En Medicina conocemos este ciclo con los nombres de supinación-pronación-supinación.

Trastornos en los pies

Muchos trastornos en nuestros pies se deben a movimientos articulares excesivos o a la falta de armonía entre las estructuras internas del pie.

Esa falta de armonía estructural puede causar cambios en la superficie de los tejidos blandos que cubren los pies o en la superficie de la piel, dañando músculos, huesos y articulaciones.

La piel recubre toda la superficie del cuerpo y es el medio que delimita al individuo con el medio ambiente. Está constituida por varias capas:

 La más externa es la epidermis (tejido epitelial).

 Subyacente a la anterior, está la dermis (tejido conjuntivo).

 Debajo y en continuidad con la dermis, está la hipodermis, que no es parte de la piel,  pero que es su soporte y la une con los órganos cercanos.

La  piel es uno de los órganos mayores del cuerpo. Protege al organismo contra los rozamientos y a través de sus terminaciones  nerviosas  recibe  estímulos  como calor, frío, dolor, presión, etc. También sirve de barrera ante las agresiones bacterianas y excreta desechos mediante el sudor, entre otras funciones.

¿Por qué nos infectamos?

Si un objeto rompe o penetra la piel, se pierde la continuidad normal de los tejidos y a esta lesión la llamamos herida. Una persona puede contaminarse porque ese objeto contiene bacterias (infección exógena), pero también pueden llegar a la herida bacterias propias del individuo (infección endógena).

Una contaminación no implica necesariamente una infección. La infección sólo tiene lugar si la bacteria invasora se multiplica de manera suficiente para causar daño.

Nuestras defensas frente a las infecciones

Todos tenemos mecanismos de defensa frente a las invasiones bacterianas, que son básicamente la fagacitosis y la producción de anticuerpos.

La fagacitosis consiste en la destrucción de las bacterias invasoras por los glóbulos blancos de nuestra sangre (fagocitos o leucocitos polimorfos nucleares). Estos fagocitos tienen la capacidad de «abrazar» hacia el interior de sí mismos a las bacterias, y de alguna forma digerirlas.

El segundo mecanismo más importante del humano es la producción de anticuerpos. Si una proteína extraña penetra en los tejidos, se estimula la producción de anticuerpos. Estos se combinan con esa proteína extraña a la que llamamos antígeno y la neutralizan. 

Nuestros defensores son los anticuerpos, que son específicos para el tipo de microorganismo al que tienen que neutralizar. Se forman tras la primera invasión de este antígeno y permanecen en el organismo protegiéndolo de futuros contactos con el mismo antígeno. La respuesta global de nuestro cuerpo frente a una invasión microbiana se conoce con el nombre de respuesta inmunitaria.

La curación de nuestras heridas depende principalmente de la capacidad de nuestra piel para regenerarse, según la profundidad de la herida desde su capa más profunda hasta la más superficial, así como de nuestros mecanismos de defensa naturales.

El pie diabético

Si los niveles de azúcar en la sangre permanecen elevados,  nuestras  defensas  naturales  se  debilitan y los tejidos se ¨intoxican¨.  Nuestros nervios dejan de sentir los estímulos externos (dolor, presión, calor, frío, etc.).  Se pierde esa sensibilidad protectora contra los rozamientos y al pisar, no se puede percibir si la superficie está caliente o húmeda y si penetró una espina, cristal o metal en el pie.  Nuestras defensas están débiles  y no pueden combatir la infección.  La complicación que ha de venir se torna seria, dramática, devastadora, a tal punto que el diabético podría perder desde un dedo hasta la pierna completa. Esta complicación se llama  pie diabético.

Alarmantes cifras de amputación por diabetes

En el mundo existen 153 millones de personas conocidas que sufren de diabetes y se espera que para el año 2025 este número se duplique.  

Las cifras sobre amputaciones por diabetes son alarmantes. Según Diabetes Voice, de junio de 2005, revista oficial de la Federación Internacional de Diabetes (FID), cada 30 segundos alguien pierde una pierna en algún lugar del mundo debido a la diabetes, absorbiendo casi un 40% de los recursos sanitarios disponibles en los países en desarrollo como el nuestro.  Esto va asociado al impacto devastador sobre la vida de quienes se someten a la amputación de una pierna.

Las estadísticas mundiales demuestran que el 85% de las complicaciones relacionadas con el pie diabético se pueden prevenir, si se adoptan las medidas apropiadas.

Unidad del pie diabético

En el mundo se han creado diferentes Unidades de Pie Diabético. En nuestro país  existe la Unidad del Pie Diabético (FUNDOMED) y la Clínica del Pie del Instituto de la Diabetes de Santiago,  las cuales  laboran diariamente en horario matutino y vespertino. En estas unidades se hace una evaluación minuciosa de los pies para combatir cualquier problema que presenten, corte de uñas, reducción de callosidades, corrección de deformidades como juanetes, tratamiento y corrección de espolones, dolor en el talón, uñas amarillas y gruesas, etc.

“No a las amputaciones”

Con el eslogan «No a las amputaciones», la Clínica del Pie de Santiago de los Caballeros, conjuntamente con la Unidad del Pie Diabético del Hospital La Paloma, Las Palmas de Gran Canaria; el Instituto de Podiatría y Pie Diabético de Puerto Rico  y  la Unidad del Pie Diabético de FUNDOMED, lanzaron en el mes de noviembre a nivel nacional, la primera campaña de prevención de complicaciones en los pies de personas diabéticas. Su objetivo primordial  fue hacer conciencia sobre el correcto cuidado de los pies, para  evitar las temidas amputaciones.

Esta campaña se unió a la iniciativa de la Federación Internacional de Diabetes (FID), con motivo de conmemorarse  el 14 de noviembre el  Día Mundial de la Diabetes,  y cuyo tema principal este año fue  El Pie y la Diabetes. Las actividades incluyeron eventos educativos, operativos médicos, talleres y conferencias.

Como parte destacada de la campaña, realizamos cirugías correctivas y de salvamento en los pies de personas diabéticas de bajos recursos económicos, en el Centro de Cirugía Avanzada  Dr. Abel González, conjuntamente con los médicos podiatras Javier Aragón de España y Carlos Arroyo de Puerto Rico.

PRIMER CONGRESO

Con el aval de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y de la Asociación Médica Dominicana, filial Norte, la Clínica del Pie del Instituto de la Diabetes de Santiago llevó a cabo además, el I Congreso Internacional del Pie Diabético, Santiago 2005, con la participación de destacados profesionales nacionales e internacionales en esta patología.

Prevención es la palabra clave

Proteja sus pies al caminar o donde quiera que esté, al ir de compras, hacer ejercicio, en la playa, el río, la piscina, inclusive dentro de su casa. Use un zapato cómodo, que realmente le proteja si algo llegara a caer sobre sus pies, o se  clave al pisar.           

La mejor forma de combatir el pie diabético es la prevención.  Controle sus niveles de azúcar, deje que un profesional revise sus pies periódicamente y use un calzado adecuado.  No permita que sus pisadas desaparezcan, como si una ola se las llevara.

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