Suspenden vuelos por nieve en EE. UU.

<P>Suspenden vuelos por nieve en EE. UU.</P>

Siete vuelos de tres líneas aéreas programados para salir en la tarde de ayer hacia  Nueva York, Boston y Newark, desde el aeropuerto Las Américas fueron suspendidos a consecuencia de la tormenta de nieve que azota a gran parte de Estados Unidos. Unos 10 mil vuelos fueron suspendidos en territorio norteamericano.

CHICAGO.  AFP.   Una gigantesca tempestad invernal, acompañada de gélidas lluvias, aguanieve y nieve, afectaba el martes a un tercio de la población de Estados Unidos y forzó la cancelación de más de unos 10,000 vuelos en todo el país.  

La tormenta se cernía sobre más de 3.000 kilómetros, desde Texas (extremo sur) hasta el nororiental estado de Maine, y los meteorólogos indicaban que podría durar varios días.   Los fuertes vientos y las lluvias heladas convirtieron las carreteras en pistas mortales y derribaron árboles y postes de electricidad.

Los meteorólogos advertían sobre temperaturas peligrosamente bajas, espesas nevadas que eliminarían toda visibilidad y masivas acumulaciones de nieve, que en algunos lugares llegará a entre 1,8 y 2,4 metros de espesor.   En más de la mitad de los 50 estados del país se emitieron advertencias sobre ventiscas, tormentas de nieve y lluvias heladas. Las alertas iban desde Dakota del Norte (extremo centro-norte) y Colorado (centro) hasta Nuevo México (extremo sur); luego a lo largo de todo Texas (extremo sur), Kansas y Missouri (sur) hasta llegar a la región de los Grandes Lagos en la frontera con Canadá, y además desde Pensilvania (noreste) hasta Nueva Inglaterra (extremo noreste).   Incluso se preveía la formación de tornados y tormentas eléctricas en el sur del país, donde acaba la tempestad.   En Chicago (Illinois, norte), el servicio meteorológico indicó que «una peligrosa y multifacética tormenta invernal amenaza vidas humanas» por sus fuertes vientos y copiosas nevadas, y que sería «imposible» viajar. La oficina dio a los residentes una siniestra advertencia: «¡No viajen!»   La agencia también advirtió que palear la nieve de las aceras durante una nevada  puede ser mortal y recordó que más de 40 personas murieron de infartos cardiacos en 1999.

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