SAN FRANCISCO DE MACORIS.- La suspendida juez de la ejecución de la pena Aleyda Jiménez Acosta, defendió su honestidad y sus actuaciones en el caso del Pedro Alejandro Castillo Paniagua, (Quirinito), señalando que actuó sobre la base del pedimento que le hizo el ministerio público. Hoy/Fuente Externa 5/10/17
SAN FRANCISCO DE MACORIS.- La suspendida jueza del Tribunal de la Ejecución de la Pena, Aleyda Jiménez, clamó ayer para que el Consejo del Poder Judicial defina su estatus, porque una justicia tardía es una denegación y dijo que en lo moral la han destruido.
Denunció que ha acudido en numerosas ocasiones ante los funcionarios judiciales, pero no la reciben. “Es como si yo tuviera una peste o no sé qué, que me rehuyen”, dijo.
“Moralmente me siento destruida”, expuso, y advirtió que defenderá su honorabilidad en el terreno que sea necesario.
Reiteró su llamado a los miembros del Consejo del Poder Judicial para que determinen su situación definitiva, pues su suspensión va para nueve meses.
Jiménez fue suspendida sin disfrute de sueldo, a raíz de variar la pena a Pedro Alejandro Castillo Paniagua (Quirinito), de prisión carcelaria a domiciliaria, fundamentando su decisión en unos documentos que certificaban que el reo padecía de cáncer terminal en el sistema linfático.
Diversos sectores de la sociedad han manifestado su respaldo a la magistrada y dan testimonio de su honestidad y honorabilidad.
El Colectivo de Organizaciones Populares reclamó que sea definida la situación, ya que por su condición de jueza no puede ejercer la abogacía.