A seguidas de HOY insertar desde el día nueve de este mes los últimos resultados del sondeo de Gallup-HOY, y los anteriores que endosan al presidente Danilo Medina una popularidad (aceptación) de sus paisanos por encima del 70%, un pálpito constante interior del suscrito porfía con esa y las otras encuestas.

Antes de leer el certero editorial de La Información del día doce de este mes, ese universo de suspicacia se debatía a lo interno de mis reflexiones intentando conciliar los resultados de esos sondeos, sobre todo del último, con la realidad consubstancial que perciben mis conciudadanos en relación al mandato constitucional del presidente Medina.

En medio del malestar, titula el editorial de La Información, el 66% estima negativas las condiciones económicas en la actual administración, un 52% la define mala o muy malas y un 17% positiva.

Suspicacia genera y disemina como una siembra al voleo o la polinización de las mariposas y abejas de estos sondeos que endosan una valoración altísima positiva al presidente Medina, inclusive avalada por Barómetro Latinoamericano, cuando observamos el último análisis de la CEPAL (Listín 10-02-15) que identifica el auge de la indigencia dominicana, especialmente femenina, de 152.2 en 2013 a 167.8 ahora.

Gallup-HOY no alude en qué por ciento nacional estima el país la desconfianza en la judicatura, el caos del transporte del monopolio ilegal de carga pesada y el criminal del calamitoso “concho”; el auge del narcotráfico; el índice peligroso del crimen y la delincuencia aterrante, el altísimo costo de la vida no obstante el descenso continuo desde junio 2014 del barril de petróleo de US$165 a US$50 hoy, y la permisible peligrosa haitianización que socava la soberanía nacional.

Son latentes factores claves que cuentan y no se cuentan y no son cuentos.