NUEVA YORK. La Gran Manzana tembló por un momento cuando luego de apenas dos lanzamientos en el partido, el intermedista de los Yanquis Robinson Canó recibió un pelotazo de Matt Harvey que parecía haberlo golpeado en su rodilla derecha.
Las cosas empeoraron cuando minutos más tarde, y luego de haberse ido a la base, Canó fue sacado del partido de Estrellas por Dustin Pedroia.
Pero tras someterse a rayos X y a un chequeo médico de parte del entrenador de los Rays, se decretó que no había fractura y por el momento solo un golpe que necesitará que le apliquen hielo.
Se sintió un poco apretado y salí del juego por precaución, pero no hay fractura y espero poder estar en juego el viernes cuando se reanude la temporada, dijo Canó en una improvisada rueda de prensa en el Citi Field, tras salir del partido.
Con la cantidad de lesiones que los Yanquis han sufrido esta temporada, perder a Canó sería un duro letal para el equipo que ocupa el cuarto lugar de la División Este de la Liga Americana.
Gracias a Dios fue una recta cortada a 92 millas por hora y no esas rectas que él tira a 98 millas por hora, señaló.
Canó bateó .302 con 21 jonrones y 65 carreras impulsadas en la primera mitad de la temporada.