Tabaco y alcohol

Tabaco y alcohol

María Antonia Abad Fernández, la futura Sarita Montiel, española valenciana, nació el 10 de marzo de 1928. Destacada actriz y cantante, alcanzó notoriedad y popularidad en nuestro país, a través de su paso por territorio azteca, allá por la década de los años cincuenta del pasado siglo. Su canción «Fumando espero» ha sido tarareada por más de una generación.

Recordamos el comienzo de los versos de dicha melodía los cuales se convirtieron en una oda a esa embrujadora hoja solanácea que cultivaran nuestros aborígenes: Fumar es un placer, / genial, sensual, / fumando espero / a la mujer que quiero…

El guitarrista, compositor, cantante y escritor folclorista argentino, Héctor Roberto Chavero, mejor conocido por su apodo artístico, Atahualpa Yupanqui, nació en la provincia de Buenos Aires el 22 de enero de 1908. También él supo inspirarse en el habano para generar estos versos: Pobrecito mi cigarro / un día te han de culpar / cuando al corazón cansado / se le duerma su compás.

Previo a los ya mencionados, el sociólogo cubano Fernando Ortiz recoge en su libro, Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar, las musas del siglo XVIII escritas por Manuel Justo Rubalcava que dicen: «No se codicia a Baco/ mientras reina la hoja del tabaco». Manuel González del Valle, en la canción al tabaco expresa: Fumadores del orbe cantemos / con acento más digno que a Baco, / la delicia del rico tabaco / que produce el habano vergel.

La nicotina es el principio químico activo responsable de los efectos farmacológicos del fumar. Produce aceleración del pulso sanguíneo y aumento de la presión arterial, conjuntamente con estrechamiento de las arterias coronarias del corazón y excitabilidad mental. El uso continuo y prolongado del tabaco da lugar a bronquitis crónica, enfisema pulmonar, carcinoma broncogénico, cáncer de la garganta, del páncreas, riñones y vejiga, entre otros.

Su casi siempre fiel acompañante, el alcohol, es todavía de consecuencias más devastadoras y dramáticas sobre la salud. Tiene efectos agudos y crónicos. Es un agente tóxico para el hígado; el daño se inicia con un cúmulo de grasa en las células hepáticas denominado esteatosis hepática, seguido por una hepatitis etanólica, la que suele desembocar en una cirrosis de consecuencias irreversibles. Algunos casos de cirrosis hepática evolucionan hacia el hepatocarcinoma, el cual en corto tiempo acaba con la vida del enfermo.

Quizás resulten más graves y dañinas las consecuencias neuropsicológicas y sociales del uso y abuso del alcohol. Existe una asociación entre el alcoholismo, la violencia y los accidentes automovilísticos. Se calcula que entre un sesenta y un setenta por ciento de las tragedias en las carreteras tienen como ingrediente principal la ingesta de bebidas alcohólicas. Los suicidios y homicidios guardan también una relación con el abuso de esta sustancia. La inestabilidad, el desasosiego, el maltrato familiar y los divorcios tienen en el ron y la cerveza a unos fieles aliados.

En tiempos modernos el grupo musical Jarabe de Palo combina el humo y la bebida en la siguiente melodía: Toca esa vieja canción /

que un día bailé con mi nena /

llena ese vaso de ron /

que la garganta me quema /

Rómpeme el corazón /

porque aunque beba no hay borrachera que ahogue mi pena /

música, humo y alcohol, /

versos que apenas recuerda.

Y aquí en la República Dominicana, mientras unos se deleitan echando bocanadas al aire, y otros se embriagan con las copas de licor, muchas familias sufren las secuelas trágicas de estos vicios que tanto dolor y luto llevan a los hogares.

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